Jan Dostál, el escultor del acero
Sus obras decoran los espacios públicos de varios países europeos. El artista checo, Jan Dostál, es autor de esculturas monumentales de materiales naturales, sobre todo de acero.
En las afueras de la ciudad de Olomouc, en varias naves de producción industrial abandonadas, tiene sus talleres el artista checo Jan Dostál. En lugares más pequeños sus creaciones no cabrían, porque la mayoría de ellas son de grandes dimensiones y pesan varias toneladas. Intruso, Hiena, Criatura, son algunos de los nombres de las obras de Dostál.
En el piso de una de las salas el artista está trabajando en algo nuevo, un círculo de metal de aproximadamente dos metros de diámetro, decorado por un sinnúmero de colibrís, también de metal.
“El acero es un material natural con el que me gusta trabajar. En la Universidad habíamos trabajado con laminado y otros materiales artificiales que, al labrarlos, huelen mal, son materiales desagradables. Al cortarlos uno tiene luego las manos quemadas y arañadas. En cambio, el trabajo con el acero es diferente. Me encanta el orín que se forma sobre la superficie del hierro, son colores cálidos que hacen recordar la madera. En fin, estoy feliz al trabajar con el metal”.
De acuerdo con Dostál, sus obras están concebidas para ser instaladas en espacios públicos debido a sus grandes dimensiones.
“Me contactan cada vez más personas y entidades interesantes, así que ahora viajo mucho por Europa. En lo que va de comienzos de este año, por ejemplo, he viajado en automóvil unos 35.000 kilómetros. Alemania, Suiza y Lituania son actualmente las metas más frecuentes de mis viajes laborales”.
Las grandes esculturas de Jan Dostál, han sido expuestas en exposiciones de arte en varios países del mundo, pero, como dice el autor, en su ciudad natal de Olomouc no tienen gran acogida hasta el presente.
“Es interesante que donde menor acogida tienen mis obras es Olomouc. Pero esa es una cuestión complicada a veces. Sin embargo, al final siempre llegamos a un acuerdo sobre dónde podría ser instalada una de mis esculturas”.
El artista afirma, que su trabajo es a la vez su mayor afición y añade que, por suerte, no se puede quejar de tener pocos encargos.
“Me va relativamente bien ya desde mis estudios cuando recibí el primer mayor encargo. Desde entonces no he dejado de trabajar y el trabajo me hace feliz. Lo interesante es que cuando más éxito tuve fue cuando se trató de un encargo que al principio no parecía aportar mayores ganancias. Por ejemplo, cuando en un festival estuvimos soldando durante tres días una escultura de metal, y no esperábamos que alguien nos pagara por ello, de pronto me ofrecieron exponerla en Dubái, en la Expo mundial. Creo que cuando uno hace algo con el corazón y con toda su energía, y está convencido de que lo hace bien, pero no sabe si le pagarán por ello, en la mayoría de los casos llega a tener gran éxito, y eso es maravilloso”.
El artista checo Jan Dostál afirma que le gusta tener todo decorado, por lo que, además de sus esculturas de gran tamaño que expone en un sinnúmero de países, hace otras mucho menores que instala, en sus instrumentos de trabajo.
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