El arte de provocar de Kurt Gebauer
El escultor, pintor y pedagogo, que ha luchado toda la vida por mejorar el espacio público, cumple 80 años. Su obra se puede apreciar en varios sitios públicos de Praga.
Una instalación de diez metros de alto apareció este año en Vítězné náměstí, una de las zonas más frecuentadas de Praga 6. Se trata de un gusano que simboliza el capitalismo temprano en Chequia. El escultor y habitante de ese mismo distrito, Kurt Gebauer, diseñó la obra en 1997 en reacción al “mal humor“ (expresión acuñada por el antiguo presidente Václav Havel) que se apoderó de la sociedad checa en la segunda mitad de los años noventa. El gusano fue erigido en el mismo sitio de donde quitaron a Lenin después de la Revolución de Terciopelo.
El gusano no es la única obra provocadora de Gebauer. “En el espacio público no se reúnen solo los conocedores del arte o los esnobs, sino, sobre todo, la gente común y corriente. Pasan al lado de la obra y los atrae o los enfada. Las estatuas ventilan la agresividad y está bien que las personas hablen de ellas”, dice Gebauer, profesor de muchos años en la Academia de Artes, Arquitectura y Diseño de Praga (UMPRUM). Gebauer fue también vecino de Václav Havel en el barrio de Střešovice. Al antiguo presidente checo y checoslovaco le dedicó un monumento en forma de corazón en la piazzetta del Teatro Nacional en el Centro de Praga.
Kurt Gebauer aprovecha materiales inusuales: tejidos téxtiles, laminado o piedras sin tallar. Desde siempre se ha interesado por las personas reales y sus vidas. Por lo mismo se ha centrado, durante los muchos años en su actividad pedagógica y en cómo seguir mejorando el espacio público.
