“Feliz día, radiodifusores”
En este espacio dedicado a nuestros oyentes, compartiremos las cartas que nos envían a la redacción, citaremos algunas de las publicaciones de nuestro Facebook más interesantes para nuestros seguidores en la última semana y hablaremos sobre los viñedos de San Venceslao.
Saludos a nuestros oyentes de España y Latinoamérica, nos alegra estar una vez más con ustedes.
Para comenzar nos gustaría compartir las cartas que nos envían algunos oyentes a nuestra dirección de Radio Praga. Claudio Martijena escribió desde Cuba.
“Para las personas que nos gustan las caminatas al aire libre resulta muy tentadora la propuesta que ofrecen los senderos turísticos de Chequia. Tal vez en un futuro cercano pueda darse la posibilidad de un viaje al país y poder disfrutar de uno de esos cautivadores senderos”.
Gracias Claudio por tu carta y tu reporte, te esperamos pronto en la República Checa. También nos escribió Juan Carlos Gil desde Zaragoza, España.
“Me resultó muy interesante el reportaje sobre el suicidio infantil, en mi opinión se trata de un tabú del que, como los icebergs, sólo asoma la punta. Las raíces del problema son profundas y tienen que ver con aspectos difíciles de determinar”.El suicidio juvenil es un problema en ascenso y es necesario identificar a tiempo algunos síntomas que se dan a edades tempranas para que no empeoren en la adolescencia y poder ayudarlos a superar sus dificultades.
Ahora, daremos lugar a las publicaciones de la página de Facebook de Radio Praga.
Las publicaciones sobre el inicio de la temporada de los tradicionales baños termales y la entrevista a uno de nuestros queridos oyentes, Rubén Margenet, estuvieron entre las más comentadas de esta semana. Y Ángel Ramón Díaz escribió.“Uno de los diexistas más conocidos no solo de Argentina, sino a nivel internacional, un honor que lo hayan tenido allá. Un saludo desde Cuba”.
La entrevista a Juan Pablo Bertazza, los mitos sobre la UE, la muerte del paciente checo que más tiempo vivió con un corazón transplantado y la ubicación de Chequia entre los últimos puestos del ranking dedicado a las minorías sexuales en Europa también fueron las más interesantes para nuestros lectores.
Yolanda Pereda escribió: “no sé si es euroescepticismo, desconocimiento o falta de interés, pero creo que no se da solo en República Checa, en España también ocurre, no acabamos de sentirnos parte de la UE”.Y por último las notas más exitosas fueron: Chequia entre los países de la UE que menos asilo otorga a refugiados, los 130 años de los senderos checos y el 50 aniversario del cómic llamado ‘El trébol de cuatro hojas’.
Donde José Luis Guerrero escribió: “En República Checa solo conceden asilo en casos realmente justificados, después de realizar un profundo análisis enmarcado en las leyes, es un proceso muy justo y tengo razones suficientes para justificar mi afirmación”.
Y por otra parte Antonio Ramos dijo: “Qué pena que un país que padeció la dictadura comunista sea tan poco solidario, cuántos checos no recibieron ayuda en Occidente.
La Unión Europea aceptó a la República Checa sin tener en cuenta su atraso económico respecto a Occidente y sin contar la ayuda que recibieron sus líderes y escritores en becas y respaldo como Václav Havel o Milán Kundera”.
Los invitamos a que sigan comentando y compartiendo las noticias de nuestra página de Facebook.
San Venceslao y las viñas de Praga
En la República Checa, es tradición, durante los meses de vendimia, visitar los viñedos de Moravia donde se pueden saborear decenas de vinos tintos, blancos y rosados y el vino joven fermentado, y degustar platosSin embargo, para disfrutar del ambiente alegre de la vendimia, no es necesario viajar hasta la región morava. También Bohemia tiene sus viñedos, por ejemplo en los alrededores de la ciudad de Mělník, al norte de Praga.
Y desde hace algunos años, la cosecha de vino se festeja en Praga donde se encuentran unas 12 hectáreas de viñedos.
Hace 20 años, la expresión ‘vino de Praga’ hacía reír a los viticultores de Moravia, región orgullosa de su larga tradición vinícola que data desde los tiempos romanos.
Durante el comunismo y aún a principios de los años 90, la capital checa era conocida como lugar donde se prensaban uvas importadas de países como Hungría o Bulgaria y donde se fabricaban vinos endulzados de poca calidad.
La situación empezó a cambiar en los últimos diez años. Poco a poco, los viñedos reaparecen en las colinas de Praga, sitios donde fueron plantados por primera vez hace varios siglos.Según una historiadora, una de las viñas más antiguas en Praga es la de San Venceslao, ubicada en el Castillo de Praga y reabierta en 2008. En la que una leyenda cuenta que la plantó el príncipe y patrono checo, San Venceslao entre los años 925 y 935. Esta viña fue tal vez el primer lugar en Praga donde se cultivó la vid.
Los expertos suponen que un viñedo se extendía también sobre la colina de Petřín, conocida en la actualidad como la copia de la Torre Eiffel, sin embargo, su existencia no se ha podido comprobar. No obstante, es seguro que el vino se cultivaba en la capital checa ya en el Medioevo. Pero el vino en aquel entonces no se servía en la mesa, se dedicaba al cristianismo y a la representación de la sangre de Cristo.
Durante largos siglos, los checos no conocieron el vino como bebida alcohólica que pudiera acompañar una cena o una fiesta, nuestros antepasados solían beber hidromiel.
La crianza de abejas y la producción de miel era una actividad muy común en Europa Central. La costumbre de beber vino surgió en el siglo XIV con la llegada del emperador Carlos IV.Carlos IV era de la dinastía real de los Luxemburgo. En sus tierras el cultivo de vino tenía una larga tradición. Además, como todos los hijos de esta familia aristocrática, Carlos IV fue criado en la corte francesa.
Durante el reinado de Carlos IV, entre 1346-1378, fueron plantados en Praga muchos viñedos en la proximidad de la Ciudad Nueva. Sus huellas se pueden encontrar en la capital aún en la actualidad.
El barrio capitalino, donde está ubicado el edificio de la Radiodifusión Checa lleva el nombre Vinohrady, ‘viñedos’ en checo. Mucha gente todavía recuerda que solía llamarse Královské Vinohrady o Viñedos Reales.
También el viñedo en el parque Grébovka tiene su origen en la época de Carlos IV quien libraba de los impuestos a todos los ciudadanos que cultivaban uva en las colinas cerca de la Ciudad Nueva.Praga vivió otro importante desarrollo del cultivo de uva durante el reinado del emperador Habsburgo Rodolfo II en el siglo XVI. En los antiguos documentos, podemos leer que en la capital checa había en aquel entonces unas 700 hectáreas de viñedos.
Sin embargo, la mayoría de ellos desapareció debido a las guerras que azotaron las tierras checas.
Una fue la Guerra de los Treinta Años entre 1618-1648 cuando fue atacada por los ejércitos sajón y sueco. La otra, la Guerra de Sucesión Austríaca entre 1740 y 1748.
En aquel entonces llegaron a Praga los ejércitos de Baviera y de Francia. Los soldados no solamente destrozaron la ciudad, sino que instalaron un campamento en sus alrededores y así destruyeron muchos viñedos
Es hora de agradecerles a los oyentes que nos han enviado sus informes de recepción.Muchas gracias a nuestros amigos Juan Morales, Juan Carlos Gil, Orlando Cárdenes y Abelard Rodríguez en España; Adriel Amaya Armas, Osvaldo Gómez y María del Carmen Ramírez de Cuba; Jorge Alberto Bustos Alarcón y Claudio Galaz de Chile.
A Francisco Llerena en Perú, Paula Camargo y Nelcy Remedy de Brasil; Juan Carlos Buscaglia, Claudio Martijena, José Amador Hidalgo y Ceferino Capmajó en Argentina.
Recibirán en sus domicilios las tarjetas QSL que les enviaremos en respuesta a sus informes.
Queridos amigos, con esto finalizamos nuestra cita de hoy. Esperamos que nos sigan enviando sus cartas a la dirección de Radio Praga y comentando todos nuestros temas en Facebook y Twitter, ¡hasta pronto!