Fallece la ganadora de siete oros olímpicos en gimnasia, Věra Čáslavská
La legendaria gimnasta checa, Věra Čáslavská, falleció este martes a los 74 años a causa de cáncer de páncreas. La ganadora de siete oros olímpicos se convirtió en uno de los símbolos más destacados del deporte checoslovaco, así como de la resistencia contra la ocupación soviética en 1968.
Tras proclamarse campeona mundial en salto de potro en 1962, su estrella brilló con un resplandor deslumbrante dos años más tarde, cuando en la Olimpiada de Tokio ganó tres medallas de oro en prueba general, salto y barra de equilibrio, según recordó en las transmisiones de la Radiodifusión Checa.
“En la competición me sentía casi como una hormiguita que estaba agregando un granito a otro granito para construir una casita, o un palacio más bien. Trataba de no perder ni una milésima de punto, no regalar nada a las contrincantes. Me decía: ahora viene el salto, allí tengo que ganar tantos puntos, todo lo tenía bien calculado”, dijo entre risas.La checa encantó a los japoneses y pasó a ser uno de los iconos deportivos en el país del Sol naciente que gracias a la organización de la Olimpiada regresaba a la comunidad mundial tras la Segunda Guerra Mundial, según indicó el experto en japonología, Petr Holý.
“En los Juegos Olímpicos de 1964, Věra Čáslavská fue una mujer exitosa y hermosa, además rubia, lo que les gustó a los japoneses. Después se hizo aún más famosa, como todos sabemos, en la Olimpiada de 1968 en México gracias a su postura hacia la situación política. Así que los japoneses seguían su destino también después durante largos años”.
La caída de la Diosa gimnástica
La popularidad de Věra Čáslavská llegó a su auge en los Juegos Olímpicos de México en 1968. La gimnasta viajó a América tras firmar Dos Mil Palabras, documento que condenaba la ocupación soviética que asfixió el proceso reformador en la Checoslovaquia comunista.La gimnasta ganó en la Olimpiada cuatro medallas de oro y unas 100.000 personas asistieron a su boda con el atleta Josef Odložil efectuada en la catedral de la Ciudad de México.
Pero tras su regreso a la Checoslovaquia comunista llegó el castigo. La gimnasta fue expulsada de la Asociación de Deporte y Educación Física Nacional y tuvo prohibido viajar al extranjero. Aun así no cedió a la presión y no canceló su postura negativa hacia la invasión soviética, según mencionó la directora Olga Sommerová, autora de un documental sobre la deportista.
“Věra fue una mujer fenomenal y valiente. Pocos hicieron para este país lo que hizo ella. Bajo el régimen comunista este país le agradeció haciendo su vida muy difícil. Ella vivió grandes altibajos. Tengo que decir que fue una mujer muy buena, pensaba en otras personas, incluso cuando estaba enferma. Para mí es muy doloroso, he perdido una amiga y este país ha perdido un personaje muy importante. Věra fue una de las más grandes mujeres checas de toda la historia”, resaltó.
Hasta a mediados de los años 70, el régimen comunista permitió a Věra Čáslavská volver a la gimnasia y poder entrenar a jóvenes en Checoslovaquia y en 1979 pudo viajar como entrenadora a México donde pasó dos años.La gimnasta fue rehabilitada tras la Revolución de Terciopelo, cuando pasó a ser asesora del presidente Václav Havel y fue elegida como presidenta del Comité Olímpico Checo entre los años 1990 y 1996.