David Černý lo hizo de nuevo: su monumental estatua "Věra" capta la atención de todos en Malá Strana
Una nueva creación del renombrado artista David Černý honra a la legendaria gimnasta checa Věra Čáslavská y se convierte en un nuevo punto de atracción en Praga. La obra fue exhibida en los Juegos Olímpicos de París y ahora se puede disfrutar en Malá Strana.
La figura de Věra Čáslavská, una de las deportistas más queridas de la historia de Chequia y ganadora de siete medallas olímpicas, vuelve a captar la atención de los transeúntes de Praga. En el barrio de Malá Strana, frente al Tyršův Dům, sede del movimiento Sokol, se erige una nueva estatua en su honor, obra del reconocido escultor checo David Černý.
Las obras de Černý nunca pasan desapercibidas y esta vez no hubo excepción. Sin embargo, durante una entrevista con Radio Praga Internacional, el escultor dio una muestra de modestia y le confesó a nuestro colega Juan Pablo Bertazza que su fama, cree, no es tan acentuada fuera de los límites de la capital checa.
“Dentro de la sociedad checa tal vez la mitad me acepta y la otra mitad me odia, pero depende mucho del lugar: aquí en la ciudad de Praga suelen reconocerme en la calle, pero si voy a Brno creo que nadie me conoce”.
Un reconocimiento monumental
Este monumento, que alcanza 10 metros de altura y pesa 7,5 toneladas, fue diseñado para los Juegos Olímpicos de París 2024, donde se destacó como uno de los principales atractivos del pabellón checo. La escultura representa tres figuras gimnásticas en movimiento, cada una de ellas en los colores de la bandera nacional checa, lo que crea un homenaje dinámico. La idea de la obra es recordar los elegantes movimientos que convirtieron a Čáslavská en una leyenda. A través de un ingenioso sistema mecánico, las partes de la estatua se mueven en todas direcciones, utilizando el principio del cardán para ofrecer una impresionante coreografía metálica que evoca la gracia de la atleta.
Una obra que no llegó a ver la homenajeada
Aunque Čáslavská no llegó a ver la culminación de este proyecto, trabajó junto a Černý para diseñarlo, y hoy se presenta como un tributo a su vida y su carrera, en el mismo lugar donde entrenaba en su juventud. Su conexión con Sokol, el movimiento de gimnasia nacionalista, hace que esta ubicación sea especialmente simbólica.
David Černý es conocido por sus provocadoras y monumentales esculturas, que han dejado una huella imborrable en el panorama artístico checo, como los bebés de la Torre Žižkov o la cabeza de Franz Kafka. Algunas de sus obras se pueden observar en su propio galería, llamada “Musoleum”, ubicada en la antigua destilería del barrio praguense de Smíchov. Allí, según el artista, se puede descubrir la evolución de su carrera, ya que contiene piezas que datan de sus primeros pasos en este campo.
“Lo que se puede contemplar aquí es principalmente obra de galería o de interior. Y de verdad que no es la mayor parte de mi trabajo, mi trabajo son sobre todo instalaciones de exterior. Bueno, hay aquí algunas piezas que podrían considerarse como de exterior y también hay algunos modelos de cosas más grandes. Es realmente una muestra representativa de mi carrera artística porque algunas cosas son de cuando tenía 18 años”.
Una vez más, Černý logró captar la atención del público con una obra que trasciende el homenaje, y se convierte, como ya es costumbre para él, en un elemento interactivo que invita a la contemplación.