Europa limita los pagos en efectivo a 10.000 euros
Los ministros de Finanzas de la Unión Europea sellaron un acuerdo para luchar contra el blanqueo de capitales y que también afectará al creciente mercado de los criptoactivos.
Chequia asumió unos meses atrás la presidencia europea con gran ilusión y, a la vez, en un contexto bien delicado. Ucrania, la crisis energética e inflacionaria han obligado a Europa a cerrar filas como nunca antes, tratando de formar un frente común ante estos y tantos otros desafíos que refuerzan la sensación de que, para esta, no existe mayor arma que la unidad.
En esta línea, la Unión Europea viene de cerrar un acuerdo para limitar a un máximo de 10.000 euros las transacciones en efectivo en la búsqueda de luchar contra el blanqueo de capitales y, también, aplicar a las transacciones con criptomonedas las normas que ya rigen en otros sectores.
"Los pagos en efectivo de más de 10.000 euros serán imposibles. Permanecer anónimo al comprar o vender criptoactivos será mucho más difícil. Esconderse tras varias capas de propiedad de empresas ya no funcionará. Será aún más difícil lavar dinero con joyas u orfebrería", resumió el ministro de Finanzas checo Zbyněk Stanjura.
De esta forma, el acuerdo entre los ministros europeos será la base para negociar con el Parlamento la nueva legislación contra el blanqueo de capitales, la cual entraría en vigor una vez se apruebe el texto definitivo con la luz verde de ambas partes.
Estas no solo se adscribirán a los pagos en efectivo, sino que se pretende extender los controles antiblanqueo existentes, por ejemplo, al campo de los criptoactivos, de modo que los proveedores de estos servicios tendrán que llevar a cabo verificaciones sobre sus clientes a la hora de efectuar transacciones por valor de 1.000 euros o más.
De igual forma, esta regulación afectará a los joyeros, relojeros y orfebres, así como las personas que comercian con metales y piedras preciosas y bienes culturales, tal y como indicó la propia UE.
Relacionado
-
Presidencia checa del Consejo de la UE
La República Checa asumió el 1 de julio la Presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea. La guerra en Ucrania y sus impactos en Europa protagonizan su mandato.