Europa debe protegerse de la inmigración que abarata el precio del trabajo

Lubomír Zaorálek, foto: Filip Jandourek, ČRo

El ministro de RR.EE., checo, Lubomír Zaorálek, considera que Europa debe regular el libre movimiento de las fuerzas de trabajo, porque de lo contrario corre el riesgo de socavar sus cimientos. En entrevista para el diario Hospodařské Noviny, Zaorálek acusó al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, de no debatir directamente con los países de Europa Oriental sobre sus problemas.

Lubomír Zaorálek,  foto: Filip Jandourek,  ČRo
El jefe de la diplomacia checa, Lubomír Zaorálek, considera que la Unión Europea debe escuchar más a sus ciudadanos y regular la libertad de movimiento de trabajadores.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea demuestra que la libertad de movimiento “fue demasiado lejos”, sostuvo Zaorálek al diario económico. En declaraciones a la TV Checa, el ministro dijo que es necesario que los países miembros se protejan de la importación de mano de obra barata.

“Se trata de crear condiciones para que podamos aplicar una política contra la importación de mano de obra barata por medio de agencias de empleo. Queremos combatir la inmigración laboral que abarata el precio del trabajo y provoca problemas sociales. Pero esto no es restringir la libertad de movimiento”.

En una nota de prensa publicada por el Ministerio de RR.EE., Zaorálek precisó que el diario no le había citado debidamente, por lo que aclaró: “Soy un gran defensor de la Unión Europea y de la libre circulación de personas. Pero tenemos que hacer frente a las disparidades económicas que existen entre los Estados miembros, porque esto conduce a la desconfianza de los ciudadanos en el proyecto de integración europea”, subrayó Zaorálek.

 Jean-Claude Juncker,  foto: ČTK
El jefe de la diplomacia hizo énfasis en que Europa no dispone de instrumentos para convencer a la población comunitaria de que se trata de una agrupación que funciona de manera efectiva.

“En el pasado surgieron problemas entre Oriente y Occidente. Se trató de situaciones muy desagradables. En más de una oportunidad dio la impresión de que aparecían profundas grietas. Pero en ningún momento el presidente de la Comisión Europea visitó los países de la región para ver qué pasaba”.

Zaorálek aseguró que no desea la desintegración de la Unión Europea, pero que considera que Chequia debe participar activamente en su reforma y no limitarse a mantener relaciones bilaterales con la Comisión Europea.