Estado Checo reduce su apoyo a la separación de desechos
Los médicos checos se sumarán a la huelga convocada para este miércoles; disminuye el apoyo estatal a la separación de desechos; se incrementa el número de ciudadanos checos en bancarrota. Estos son algunos de los temas sobre los que escribe la prensa checa este lunes.
Además de la salubridad, la huelga de los sindicalistas en protesta contra la reducción salarial a los empleados públicos que aplica el Gobierno, afectará también a otros sectores, sostiene Mladá Fronta Dnes. El miércoles quedarán cerrados los museos, bibliotecas, oficinas de administración pública, así como comedores escolares.
No obstante la amplia participación de los trabajadores públicos que se espera en la protesta del miércoles, la influencia de los sindicatos en el país se va reduciendo desde hace tiempo, afirma el periódico. Esto se debe a la disminución del número de sus miembros.Por ejemplo, el número de sindicalistas afiliados a la Confederación Sindical Checo-Morava, una de las mayores del país, se redujo en más del 25 por ciento en comparación con el año 1995. Y se prevé que seguirá bajando, sostiene Mladá Fronta Dnes.
El Estado Checo reduce su apoyo a la separación de desechos, informa Lidové Noviny. En un próximo futuro disminuirá también la cantidad de contenedores destinados a la distribución de la basura.
Esto se debe a que el Ministerio del Medio Ambiente revalorizó su política financiera y decidió destinar mayores recursos a las plantas incineradoras. El apoyo al reciclaje por parte de las autoridades oficiales será así mínimo.
Los ecologistas reclaman que el país va por mal camino. Las subvenciones comunitarias destinadas a la protección del entorno serán aprovechadas paradójicamente para producir más humo y más emisiones nocivas. Lidové Noviny recuerda que hace unos años, en la República Checa se reciclaban unas 460 toneladas de basura al año, siendo los checos una de las naciones europeas más activas en cuanto a la separación de desechos.
Centenares de checos están quedando en bancarrota este fin de año, indica Právo. Se trata de personas que no logran pagar sus deudas y piden a los tribunales que las declare en quiebra personal. En comparación con el mes de noviembre de 2009, el número de solicitudes de bancarrota personal se incrementó en un 113 por ciento durante noviembre de 2010.
Para que el tribunal de quiebras alivie al deudor sus obligaciones, éste debe aceptar vivir durante cinco años de recursos que respondan al mínimo de vida y, de acuerdo con un plan de quiebra ordenado por la justicia, debe sufragar al menos el 30 por ciento de sus compromisos financieros. En caso de violar el ciudadano el acuerdo, debe pagar toda su deuda, señala Právo.
Pero los tribunales de quiebras no complacen a todos. Durante el pasado mes de noviembre más de mil checos han pedido ser declarados en bancarrota y los tribunales han complacido sólo la mitad de las solicitudes, sostiene el rotativo.