Eslovaquia pide la misma excepción al Tratado de Lisboa que Chequia

Foto: Comisión Europea

Eslovaquia pedirá la misma excepción al Tratado de Lisboa, que solicita el presidente checo, Václav Klaus. El mandatario adelantó que ratificará el documento sólo al recibir garantías de que la Carta de Derechos Fundamentales de la UE no anule los llamados Decretos de Beneš. Éstos garantizan que los alemanes expulsados de Checoslovaquia tras la Segunda Guerra Mundial no pueden pedir sus bienes confiscados.

Václav Klaus
Falta solamente la firma del presidente checo, Václav Klaus, para que el Tratado de Lisboa entre en vigor definitivamente. El mandatario checo expresó que firmará sólo a cambio de recibir garantías de que el documento no anule los Decretos de Beneš.

Eslovaquia ratificó el Tratado de Lisboa en pasado mayo. Ahora, solicita recibir la misma excepción que los checos, ya que los Decretos de Beneš conciernen también ese país, según resaltó el primer ministro eslovaco, Robert Fico.

Robert Fico,  foto: ČTK
“Desde el punto de vista de las leyes estamos tranquilos. Pero si Chequia recibe la excepción, nosotros tendríamos que reabrir esa cuestión y preguntar ¿qué garantías ofrecerá la Unión a Eslovaquia para que los oponentes a los Decretos de Beneš no puedan ponerlos en duda?”, preguntó Fico.

El jefe de la diplomacia eslovaca, Miroslav Lajčák, resaltó que su país no podría aprobar la excepción para Chequia en caso de no recibir la misma garantía por parte de la UE.

“En primer lugar quisiera decir que Eslovaquia no pone en duda la ratificación del Tratado de Lisboa. No pensamos presentar ninguna enmienda al documento, porque ya lo hemos ratificado una vez. Sólo avisamos a nuestros socios de la UE que los requisitos del presidente Klaus ponen a nuestro país en una nueva situación política, ya que los Decretos de Beneš se refieren a ambos países”, subrayó.

La República Checa y Eslovaca formaron un país común entre los años 1918 y 1993. Tras la Segunda Guerra Mundial, los alemanes y húngaros fueron expulsados de Checoslovaquia y sus bienes fueron confiscados a raíz de los decretos ratificados por el entonces presidente Edvard Beneš.