Escasez de vacunas impide a los checos viajar de vacaciones a destinos exóticos
A los checos les gusta viajar. Este derecho y placer les fue limitado y en muchos casos hasta prohibido durante el comunismo. Desde la apertura de las fronteras en 1989 las familias planean viajes al exterior hasta dos veces al año. Esta temporada muchas personas han topado, sin embargo, nuevamente con dificultades, por la escasez de vacunas para viajar a destinos exóticos.
Por ejemplo, antes de salir a países del sureste asiático los médicos recomiendan a los viajeros que se vacunen contra la fiebre tifoidea, conocida también como fiebre entérica.
Sin embargo, las clínicas no disponen de vacunas suficientes, tal y como indica el doctor Evžen Hrnčíř de un hospital de Praga.
El galeno confirmó que en estos momentos la demanda supera la oferta y “que no disponen de suficientes vacunas para todos los interesados”.
Si bien la vacuna contra la fiebre tifoidea no es obligatoria, los médicos la recomiendan ya que se trata de una enfermedad de contagio fácil a través del agua y los alimentos.
Hospitales y clínicas declaran que el problema no es de ellos, pero de los laboratorios farmacéuticos que no son capaces de garantizar el suministro adecuado, para satisfacer las necesidades del mercado.
La situación ha sido criticada por la Oficina de Higiene, el Ministerio de Salud y por muchos médicos que diariamente deben de explicar a decenas de pacientes que deben registrarse en una lista de espera.
La escasez de vacunas afecta a los pacientes en todo el país, pero el mayor número de solicitudes se registra en ciudades como Praga y Brno. Algunas familias han optado por comprar vacunas en otros países, sobre todo en Alemania, ya que como regalo de Navidad recibieron un viaje a un destino exótico para escapar al menos durante algunos días del invierno europeo.
