En la República Checa se compran bastantes medicamentos, pero muchos terminan en la basura
Solo en la primera mitad de 2018, los checos gastaron en las farmacias unos 500 millones de euros. Sin embargo, muchas de esas medicinas compradas caducan sin haber sido usadas.
Los datos de la primera mitad del 2018 parecen indicar que la cifra total para este año superará a la del año pasado, cuando el gasto per cápita en medicinas fue de 62 euros. Algunos medicamentos son mucho más consumidos que otros, como explica para la Radiodifusión Checa Barbora Peterová, portavoz del Instituto Estatal para el Control de Medicamentos.
“Entre los medicamentos más vendidos en las farmacias este año se encuentran por ejemplo Paralen, el spray nasal Olynth, también analgésicos como Ibalgin y Novalgin”.
Pero no todas las medicinas que se compran se usan, son muchas las que al final caducan y no pueden utilizarse. Se estima que cada año en Chequia se tiran medicinas por un valor de alrededor de 77 millones de euros.
Esto puede convertirse en un importante problema medioambiental, pues muchas personas tiran los medicamentos a la basura común, e incluso se dan casos donde se utiliza el baño para deshacerse de estos fármacos.Sobre ello nos habla Jan Brodský, del departamento de prensa del Ministerio de Salud.
“Al poner las medicinas caducadas con la basura común corremos el riesgo de que la tierra absorba sustancias peligrosas. De la misma forma, si las tiramos por el inodoro, hay materias peligrosas que pueden acabar en el agua y después será difícil eliminarlas”.
La forma correcta de tirar estos medicamentos es acudir a la farmacia y depositarlas en un contenedor especial, algo que solo tiene en cuenta la mitad de la población.