Empieza la reconstrucción del Puente de Carlos de Praga

Este lunes empezó la reconstrucción del Puente de Carlos, el puente de piedra más antiguo de Praga originario del siglo XIV. Las obras de recuperación, divididas en dos etapas, durarán unos diez años. La atracción turística número uno de la capital checa permanecerá abierta durante todo el proceso de restauración.

La reconstrucción general del Puente de Carlos, planeada desde hace mucho tiempo, empezó este lunes. Está dividida en dos etapas; la primera terminará en junio de 2010, la segunda tomará hasta diez años.

Se trata de la reconstrucción más grande desde el año 1890 cuando el puente fue destruido parcialmente por las inundaciones. El portavoz del Ayuntamiento de Praga, Jirí Wolf, explica en qué consistirán precisamente los trabajos de reconstrucción.

"Poco a poco serán reemplazadas aquellas piedras del puente que están deterioradas. Tal actividad supone toda una serie de pasos tecnológicos, desde la selección de la piedra más apropiada hasta la apertura de una nueva cantera".

A lo largo de la reconstrucción, el puente permanecerá abierto para el público. "No queremos que la reconstrucción represente una carga, sino una nueva atracción, para los ciudadanos y para los turistas", dice el alcalde mayor de Praga, Pavel Bém. La obra se realizará por partes y siempre quedará un paso libre de por lo menos cuatro metros de anchura.

Como parte de la reconstrucción se reemplazará también el alumbrado público. Al Puente de Carlos probablemente volverá la antigua iluminación por gas que ya ha sido instalada en algunas calles de la Ciudad Vieja. Josef Stulc, del Instituto Nacional de Monumentos, cuenta más detalles.

"El original alumbrado de gas, que proviene de los años 70 del siglo XIX, es precioso. Ahora se discute si se dejarán en el puente las actuales bombillas eléctricas o si habrán de ser reemplazadas, después de la reconstrucción, por las de gas. Yo estoy a favor del alumbrado antiguo, me parece muy romántico".

La primera parte de la reconstrucción costará unos ocho millones de euros y la pagará, en su mayoría, la ciudad de Praga. Los costes de la segunda etapa aún se desconocen.

El emperador romano-germánico Carlos IV inició la construcción del puente el 9 de julio de 1357, una fecha considerada por entonces mágica. Este verano, el puente ha celebrado su 650 aniversario.