Elige tu propio cuaderno
En el patio de un edificio del barrio de Holešovice se esconde un pequeño taller artesanal de encuadernación en el que Radka Prokopová crea diseños especializados de cuadernos y rinde homenaje a la innovadora tecnología del viejo libro impreso.
Suele decirse que no hay tecnología más innovadora que la del viejo libro impreso, tal como demuestra la vigencia de ese milenario formato en los tiempos que corren. Lo cierto es que en una ciudad rebosante de cultura como es Praga no podían faltar adeptos incondicionales como Radka Prokopová que, un buen día, decidió convertir su pasión en profesión, convirtiéndose así en la dueña de RaduAtelier, un maravilloso taller en pleno corazón de Holešovice.
“Sí, tengo un taller de libros especializado en encuadernación. Intento hacerlo a la manera tradicional, es decir, desde coser los componentes básicos, hasta forrar el libro con un cuero que yo misma proceso, utilizo estampación ciega y la técnica tradicional del dorado, entre muchas otras. Y, sobre todo, hago encargos individuales. Eso significa que puedo personalizar piezas únicas para cada usuario”.
“Mi objetivo es ofrecer a las familias un soporte material para sus recuerdos”.
En efecto, cuenta Radka Prokopová que es muy común ver en su negocio a muchas madres que se acercan en busca de álbumes de fotos o diarios artesanales para ir siguiendo, paso a paso, el crecimiento de sus hijos evitando que se pierda para siempre con el inexorable paso del tiempo.
El encanto del cuero
Cada uno de esos productos que Radka crea desde cero y en forma completamente artesanal rinde homenaje al antiguo y entrañable libro físico. No solo por su aspecto y diseño sino también por la presencia constante del cuero, su material favorito, que ella misma tiñe y corta a mano para luego dejar volar la imaginación a la hora de crear el estampado. No obstante, la producción de libretas, álbumes y diarios no es el único trabajo que se realiza en este pequeño local ubicado en el patio de un edificio muy cerca del mercado de Holešovice.
“Aquí también reparamos libros antiguos, yo estudié restauración de papel, así que entiendo acerca de la estructura de los libros, aunque es cierto que la rest“Mi objetivo es ofrecer a las familias un soporte material para sus recuerdos”.auración implica sobre todo un proceso químico-tecnológico con el papel, así que yo me dedico sobre todo a hacer reparaciones más pequeñas que quizás tienen más que ver con la encuadernación de libros que con la restauración propiamente dicha”.
“Cuando alguien deja de encuadernar, por fallecimiento o jubilación, esas herramientas se transmiten a los encuadernadores más jóvenes”.
Lo cierto es que hacía tiempo que Radka Prokopová venía pensando en la idea de dedicarse a algún oficio artístico que le resultara rentable pero, al mismo tiempo, le diera alegría y no tardó en darse cuenta de que lo suyo tenía que ver con la encuadernación. Antes de abrir su negocio estudiaba humanidades en la Universidad Carolina de Praga y trabajaba como investigadora en distintos archivos históricos, donde estaba en permanente contacto con libros.
“Y ahí es donde realmente me enamoré de los libros antiguos, de su olor, del trabajo que tienen encima, de su aspecto. Luego, cuando estaba pensando qué dirección tomar después de la maternidad, decidí combinar esas dos tendencias: el amor por los libros y el amor por las manualidades. Por eso me especialicé en restauración de papel”.
Gran lectora de casi cualquier género, cuenta Radka que ella misma suele usar con frecuencia cuadernos para escribir notas y tomar distintos apuntes porque está convencida de que esos pequeños artefactos ofrecen un espacio propio en el que poder atesorar reflexiones, ideas y recuerdos. Y, en ese sentido, insiste en que la presencia del cuero en la cubierta que convierte el cuaderno en un libro resulta fundamental porque, ya solo con su olor, es capaz de inspirar a una persona mucho más de lo que podría hacerlo cualquier cuaderno de papel.
“Mi mensaje es que pienso que hacer libros que puedan durar décadas y sean capaces de guardar algún tipo de recuerdo es algo muy importante hoy en día, cuando las cosas cambian más y más rápido. Entonces, ese es para mí el objetivo: ofrecer a las familias un soporte material para sus recuerdos con el beneficio de que ese libro pueda transmitir alguna historia de generación en generación”.
Alta fidelidad
Además de su propio talento y energía, Radka Prokopová realiza su trabajo gracias también a una serie de máquinas que tienen más de cien años de antigüedad y de inmediato atraen la atención y todas las miradas del público que ingresa a su local. Entre esas máquinas, su favorita es una enorme guillotina de hierro fundido con una gran rueda que permite cortar el lomo del libro para que los bordes queden finos y parejos.
“Lo que me gusta de esta máquina es que, a pesar de ser tan antigua, sigue funcionando perfectamente y no usa nada de electricidad, por lo que una siente la herencia del oficio con sólo usarla. Lo mismo ocurre con la prensa. Son máquinas que se siguen utilizando de la misma forma que siempre gracias a su resistencia. Del mismo modo, yo uso estos botones de latón o troqueles que, en realidad, se transmiten de generación en generación. Cuando alguien deja de encuadernar, ya sea por fallecimiento o por jubilación, esas herramientas se transmiten a los encuadernadores más jóvenes”.
A Radka Prokopová no deja de emocionarla, entonces, el hecho de que todas esas herramientas de principios del siglo XX hayan sido usadas antes por cuatro o cinco generaciones de encuadernadores. De hecho, se siente orgullosa de ser un verdadero puente en el mundo de la encuadernación porque, además de heredar el oficio de tantas otras personas, ella también desempeña el rol de formadora ya que imparte cursos de encuadernación artesanal en su propio local que duran unas tres horas y ofrecen a cada uno de los interesados la posibilidad de volverse a casa con un nuevo saber y un cuaderno hecho con sus propias manos.
En busca del bestseller
Algunos de los diseños exclusivos del RaduAtelier incluyen motivos naturales como el de la siempre intrigante mandrágora. Tampoco faltan animales, emblemas geográficos ni el empleo de colores vivos que contrastan muy bien con el componente clásico del cuero. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con la industria del libro, explica Radka que, en su oficio, la idea de bestseller es bastante particular.
“Más que algún tipo de cuaderno, creo que lo más exitoso aquí es el hecho de que cada vez más gente quiera conservar un recuerdo a manera de crónica familiar. Luego, cada persona lleva a cabo su propia elección: un pequeño libro de bolsillo, un cuaderno adornado, un álbum de recuerdos de tapa blanda con hilo o un modelo con tapa dura que da al producto el aspecto de un libro tradicional. Así que yo diría que el mayor éxito de mi trabajo es que mucha gente se haya dado cuenta de que, en mi taller, pueden encontrar cosas que duran mucho tiempo y que puedo realizar enteramente a su gusto”.
Realizar cada uno de esos modelos personalizados y totalmente artesanales suele llevarle a Radka Prokopová entre dos y tres semanas. Y así como siente debilidad por sus máquinas antiguas, hay un aspecto de la tecnología actual que aprovecha al máximo: el de poder dar a conocer sus productos a usuarios de casi todo el mundo.