El voto por correo y las jubilaciones para antiguos disidentes, marcan la sesión de la Cámara Baja checa
La Cámara Baja checa se reúne a partir de este martes en sesión ordinaria para debatir temas como el voto por correo y las jubilaciones de los antiguos disidentes anticomunistas.
Los diputados checos iniciarán este miércoles los debates sobre el proyecto gubernamental que busca introducir la posibilidad del voto por correo para los checos que viven en el extranjero. En contra de la enmienda están los partidos de la oposición ANO, del antiguo primer ministro Andrej Babiš, y el de la Libertad y Democracia Directa (SPD).
Hasta el presente los checos podían votar en el exterior en las Embajadas, pero los defensores del voto por correo alegan que esa forma es bastante exigente para los electores que viven lejos de una sede diplomática checa, tanto desde el punto de vista financiero, como por la pérdida de tiempo. Insisten en que la forma que proponen sería utilizada de seguro por centenares de miles de checos que viven, trabajan o estudian fuera de la República Checa.
La oposición insiste en que ese paso podría amenazar la democracia y, además, contradice la ley constitucional, en la que se dice que la votación debe ser secreta, según indicó para la Televisión Checa el líder del partido SPD, Tomio Okamura.
“En la Constitución checa se dice que la votación en las elecciones a la Cámara de diputados por ejemplo, debe ser directa, secreta y respetar la igualdad. Y el voto por correo no facilita todo esto”.
Okamura apuntó que, además, con esta propuesta el Gobierno trata de mantenerse en el poder, porque en el extranjero son pocos los checos que llegan a obtener información sobre la oposición. De acuerdo con el líder del opositor movimiento SPD, “hasta el presente casi nadie había puesto en duda, con algunas excepciones, la forma y el transcurso de las elecciones en Chequia, ¿por qué cambiar entonces todo ahora y afectar así la confianza en la democracia?”
Otros puntos incluidos en los debates de los diputados son la intervención policial tras los trágicos acontecimientos el 21 de diciembre pasado, en la facultad de Filosofía de la Universidad Carolina de Praga, los cambios en los servicios sociales, los permisos de emisión, así como las pensiones de jubilación para los antiguos disidentes anticomunistas que, por motivos políticos no pudieron trabajar en su profesión o pasaron algún tiempo en la cárcel, por lo que no pudieron pagar todas las cotizaciones de jubilación y ahora reciben pensiones muy bajas.
Las personas participantes en la resistencia contra el régimen comunista podrían recibir automáticamente al menos una pensión media, así como los jubilados que reciben parte de su pensión del extranjero, según dijo a la Radio Checa hace poco el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Marian Jurečka.
„De la misma manera que lo proponemos para los antiguos disidentes, queremos resolver el problema de las personas que reciben parte de su pensión de jubilación del extranjero, con la única excepción de las personas que cotizaron el tiempo necesario para jubilarse en Eslovaquia”.
Esto último porque en el caso de Eslovaquia existen entre los dos países acuerdos especiales que solucionan semejantes problemas surgidos tras la partición de Checoslovaquia en dos países independientes.
