El punk checo nació hace 45 años
Con un concierto del grupo alternativo Extempore, el 23 de febrero de 1979 en la taberna de U Zábranských, en Praga, comenzó a escribirse la historia del punk checo. Escuchen aquí algunos de los temas icónicos de este género en Chequia.
Debido al Telón de Acero, el punk rock se colaba a la Checoslovaquia comunista por diferentes vías con cierta demora. Los primeros fans no se reclutaban tanto entre los jóvenes, que no tuvieron acceso a las grabaciones, sino de los grupos de la cultura underground como Mejla Hlavsa (Plastic People of the Universe, DG307), Mikoláš Chadima (Elektrobus, Extempore, MCH Band), Karel Habal (Garáž) y muchos otros. No eran unos punkies típicos, sino personas que buscabana una cultura alternativa, libre y rebelde.
Entre los grupos checoslovacos más conocidos de los años ochenta figura sin duda la banda Visací zámek. La integraban cinco estudiantes de la Facultad de ingeniería civil de Praga. Lo curioso es que estos cinco muchachos difundieran rumores en su escuela sobre un “legendario” grupo de punk hasta que no les quedara otra que fundarlo. Eso sucedió en 1982.
Otros de los grupos más famosos de aquella época era E!E, SPS (Capacidad laboral reducida), Davová psychóza (Histeria en masa), Znouzectnost (Fuerza de la flaqueza), FPB (Cuarta categoría de precio), Telex, Šanov 1, Stalinovy oběti (Víctimas de Stalin), Kritická situace (Situación crítica), Plexis y Akutní otrava (Intoxicación aguda).
Por sus letras originales se distinguían entre otros los grupos Zikkurat, Extempore y Tři sestry (Tres hermanas), así como Betonová zahrada (Jardín de hormigón) y Požár mlýna (Incendio del molino). Entre finales de los años setenta y ochenta surgieron en Checoslovaquia numerosos grupos de punk.
¡Volved a los árboles!
Hace cierto tiempo fue lanzado al mercado un libro sobre el punk y hardcore checo titulado Todo anda mal, ¡volved a los árboles! que se dedica a la comparación de las letras de los grupos de punk checos y los de Gran Bretaña y Estados Unidos. El libro lo escribió Radim Kopáč. “Las letras inglesas se basaban en la rebeldía política, social y cultural, mientras que en Estados Unidos reflejaban la lucha por un porvenir mejor, la cultivación personal, etc.”, explicó el autor del libro para la Radiodifusión Checa.
“Mientras tanto, las letras de los grupos de punk y hardcore checos se pueden dividir en cuatro circuitos. En el primero el punk buscaba su propio espacio con respecto a otras subculturas del país. En el segundo, las letras volvían a las raíces de cierta rebeldía romántica. El tercero era político, antimilitar y luchaba contra la guerra. Mientas tanto, el cuarto incluye letras que además de servir como documental tienen un valor artístico y poético, que son capaces de sobrevivir como un texto autónomo en un libro”, dijo Kopáč.