El príncipe Carlos de Inglaterra, se encuentra de visita en la República Checa. De la apretada agenda del heredero al trono británico y su mujer, Camilla Parker Bowles, destaca el homenaje a los paracaidistas de la resistencia checoslovaca que con la ayuda del ejército británico atentaron contra el dirigente nazi Reinhard Heydrich. El príncipe de Gales también aprovechó para enviar un mensaje de ecología al presidente Václav Klaus.
El príncipe Carlos de Inglaterra, foto: ČTK
Una de las primeras cosas que quiso hacer el príncipe Carlos de Inglaterra en Praga fue dirigirse con su mujer a la iglesia de los santos Cirilo y Metodio. En ese lugar se escondieron y perecieron tras cumplir su misión los paracaidistas de la resistencia checoslovaca que, con la ayuda del ejército británico, lograron acabar con la vida del protector nazi de Bohemia y Moravia durante la Segunda Guerra mundial, Reinhard Heydrich. El príncipe de Gales recordó su valentía y el servicio que hicieron para la libertad también de Gran Bretaña con su acción.
Foto: ČTK
El príncipe Carlos quiere con su visita conmemorar el veinte aniversario del fin del comunismo en Europa Central, que dividió el continente en dos durante décadas. Pero también tiene un componente ecológico. Este lunes se dirigió a Moravia para visitar la localidad de Hostětín en los Cárpatos, donde hace 10 años sus 240 vecinos decidieron invertir en energías renovables. El éxito de esta iniciativa, la aprovechó en su discurso en el Castillo de Praga el príncipe Carlos para enviar un mensaje al presidente Václav Klaus, conocido por su activismo en contra de las teorías que advierten del cambio climático. Según el príncipe de Gales, la humanidad tiene que comprometerse con su propio futuro.
Václav Klaus
“Tal y como dije en la inauguración de la Conferencia sobre Medio Ambiente en Copenhague, el futuro de la humanidad solo estará asegurado cuando consigamos volver a vivir como parte de la naturaleza. En mi visita a Moravia espero que quede de relieve lo importante que es para nuestro propio desarrollo el compromiso de las ciudades con el medio ambiente”.
Václav Klaus por su parte reaccionó afirmándose en sus convicciones. “Sé que nuestras posturas con respecto al calentamiento global difieren, y respeto la suya, pero ninguna doctrina como el ‘medioambientalismo’ puede comprometer nuestro aferro a principios como la libertad y la prosperidad, principios que proceden de su extraordinario país”, dijo el presidente Klaus.