El polémico ‘pulpo’ de Kaplický sigue causando problemas
El proyecto de la nueva Biblioteca Nacional, según el diseño de Jan Kaplický, sigue causando dolores de cabeza. El director de la biblioteca, Vlastimil Ježek, dijo que denunciará a la Alcaldía de Praga por incumplimiento de contrato.
El ministro de Cultura, Václav Jehlička, anunció el miércoles que el polémico proyecto de Kaplický, diseño que tiene forma de un gigantesco pulpo verde-violeta, no se realizará. No obstante, el director de la biblioteca, Vlastimil Ježek, continúa luchando a favor de su construcción y pretende llevar el caso a los tribunales.
Ježek afirmó estar dispuesto a denunciar a la Alcaldía de Praga por violar los acuerdos que habían suscrito.
“Considero imposible que el procedimiento legal, llevado a cabo hasta la fecha, sea obstaculizado por un grupo de personas concretas que se guían por sus propias visiones estéticas. Insisto en que esta actitud contradice a los principios democráticos”, afirmó el director.
En 2006, la Alcaldía de Praga se comprometió a vender a la Biblioteca los terrenos de Letná, donde iba a levantarse el proyecto. Sin embargo, la venta no se ha realizado debido a la postura negativa de los concejales frente al diseño del arquitecto Kaplický.
Vlastimil Ježek explicó que el no cumplimiento de los acuerdos por parte de la Alcaldía de Praga afectará económicamente a la Biblioteca Nacional. Los preparativos para la construcción, incluyendo la convocatoria de un concurso internacional, costaron a dicha institución un millón 300 mil euros. Otros 160 mil euros tendrá que pagar en 2009 al arquitecto Jan Kaplický en caso de que el proyecto no se realice.Vlastimil Ježek rechazó además los argumentos del ministro de Cultura, Václav Jehlička, quien propuso someter a reconstrucción y modernización el edificio barroco del Klementinum, sede actual de la biblioteca.
La propuesta del ministro no es viable, reaccionó Ježek. Es imposible reconstruir Klementinum, puesto que se trata de un monumento cultural. Los cambios cosméticos no solucionarían la situación actual que amenaza con un colapso, porque dentro de dos años ya no habrá espacio para depositar libros. El director de la Biblioteca Nacional, Vlastimil Ježek, está convencido que la única solución del problema consiste en el levantamiento de un nuevo edificio.