El palacio de Roztoky, abierto al público tras 12 años de restauración
Entre las edificaciones inundadas durante las tristemente famosas riadas de 2002 se encuentra el palacio de Roztoky, a nueve kilómetros al norte de Praga. Tras 12 años de obras, el edificio ha vuelto a ser abierto al público este verano y actualmente alberga dos exposiciones históricas.
Curiosamente los indicios históricos hacen suponer que el palacio siempre había resistido indemne a las crecidas del río y que las riadas de la pasada década fueron una excepción, según comenta la directora del museo, Marcela Uhlíková.
“El palacio era conocido en el siglo XIII como el ‘fortín de agua’, y de hecho también debido al profundo foso que tenía se suponía que el río no podía dañar al edificio. El caso es que al final ahora es el escenario de nuevas exposiciones. Nos ha costado sudor y lágrimas, pero el resultado es maravilloso, tienen que verlo con sus propios ojos”.La primera exposición lleva a los visitantes al periodo en el que el edificio era propiedad de la familia Lichtenštejn y cuenta con diversas dependencias del palacio, como los dormitorios, el despacho, el comedor o la cocina, totalmente restauradas y equipadas de forma realista con mobiliario real de los siglos XVIII y XIX, indica Uhlíková.
“Los muebles son por supuesto de la época y todo tiene alguna relación con Roztoky. Aquí en la cocina una parte imprescindible era la despensa. Aquí hay algo interesante, todos me preguntan qué es eso que cuelga en el rincón. Es para guardar el pan recién hecho. Se colgaba alto en la pared para que no llegaran hasta él los ratones”.A pesar de la magia que pueda inspirar, el periodo retratado, y que dio a la construcción su aspecto definitivo, consistió realmente en la decadencia del palacio de Roztoky, prosigue la directora del museo.
“Las primeras menciones son del siglo XIII, y desde entonces el edificio ha pasado por varias reconstrucciones, la mayor en el siglo XIV, y luego a mediados del siglo XV. El palacio era al principio una sede bastante representativa, pero después de caer en propiedad de la familia Lichtenštejn perdió buena parte de su aire señorial. Los Lichtenštejn lo utilizaban más bien como almacén. Desde aquí se suministraban alimentos, vino, cerveza…”Ningún Liechtenštejn residió en el palacio de manera continua, y de dirigir las actividades del edificio se encargaba un administrador, tres secretarios y un escribano, que por cierto ocupaba el último lugar en la jerarquía, al cobrar veinte veces menos que el administrador.
Un viaje a la Primera República Checoslovaca
La segunda muestra que ofrece el Museo de Bohemia Central de Roztoky está dedicada a la Primera República Checoslovaca, el periodo que pasó entre la independencia del país en 1918 y su desarticulación en 1938. Durante esta época, Roztoky por su cercanía a la capital, su posición envidiable junto al río y su buena conexión ferroviaria, se convirtió en sitio de veraneo para los praguenses más acomodados.Durante estos años se construyeron de hecho muchas villas que servían de segunda residencia durante las vacaciones de verano. La exposición recoge mobiliario, electrodomésticos y enseres de época procedente de estas casas, así como instrumentos musicales, equipamiento deportivo y vestuario femenino de entreguerras.
Uno de los objetos más curiosos es una enorme maleta de dos compartimentos usada por los veraneantes. El objeto debía ser manipulado por dos personas y contenía perchas para corbatas y vestidos, así como espacios especiales para bisutería.Como parte de la restauración se habilitó también la buhardilla del palacio, un espacio diáfano, interrumpido únicamente por vigas de madera, que el museo todavía no ha dedicado a ninguna actividad específica. De acuerdo con Marcela Uhlíková podría servir para exposiciones temporales o conciertos.