El Movimiento Estudiantil refrescó el discurso político en Venezuela
En esta ocasión conversamos con el profesor Piero Lomónaco, decano de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela, durante una visita a Praga. El académico, explica cuales son los factores que originaron el surgimiento del Movimiento Estudiantil Venezolano como fuerza opositora alternativa a los políticos tradicionales.
¿Cómo podría definir al Movimiento Estudiantil Venezolano?
“El aparecimiento del Movimiento Estudiantil ha sido sorpresivo en el acontecer político venezolano. Creo que ninguno de los analistas políticos esperaba esta irrupción juvenil universitaria. Por diversas razones. En primer lugar porque desde la revolución estudiantil venezolana en los años setenta el universitario no había mostrado demasiado interés, ni siquiera en el acontecer académico. Mucho menos en la política nacional. De modo que no fue una irrupción pronosticada y esperada. Probablemente los factores que desencadenan este fenómeno sean diversos y todos conjugándose al mismo tiempo”
¿Cuáles podrían ser esos factores?
“Yo diría que son tres. Primero la ausencia de participación del estudiante universitario en la política. Esto era notorio y se hacía sentir desde hace mucho tiempo…
Ya continuaremos con ese tema, pero antes, ¿es positivo que el estudiante haga política?
“Yo creo que sí es positivo. De alguna manera, si uno quisiera atribuirle un mérito al gobierno de Chávez, es indudable que ha despertado el interés político del pueblo. Por lo tanto, los estudiantes no podían quedarse marginados. Es más, a los profesores y los analistas les había extrañado que los estudiantes estuvieran al margen de ese despertar popular, como un pueblo que participa en la política y no simplemente con el voto, sino manifestando sus ideas y respaldo, o bien a favor o en contra de un proyecto político”.
Yo lo preguntaba porque en muchos de los países de Europa Oriental los regímenes totalitarios cayeron, en parte, gracias a los estudiantes, sin ser necesariamente políticos.
“En el caso de Venezuela pienso que se interpretó que la autonomía universitaria y la libertad de expresión estaba en peligro. Ese es el segundo de los factores a los que yo aludía y que probablemente haya confluido en esta irrupción del movimiento estudiantil. Se percibió claramente ese peligro. Los estudiantes salieron a las calles no en defensa de un canal de televisión o de un medio, sino de la posibilidad misma de poderse expresar con libertad. Eso es lo que preocupó. Así mismo el hecho de que resultara mermada la autoridad universitaria, lo cual para los estudiantes y los profesores es un tema sagrado”.
¿Qué hay de cierto en algunos análisis acerca de que el Movimiento Estudiantil ha debilitado el poder del presidente Hugo Chávez?
“Si, eso es cierto. Lo ha debilitado porque, como decía al principio, la irrupción de los estudiantes en la política ha sido sorpresiva. El gobierno se ha encontrado con un contrincante que no esperaba y no supo adoptar formas de poder, combatirlo o integrarlo. De ahí la importancia del movimiento estudiantil”.
Muchos coinciden en que la presión ejercida por el estudiantado durante los días previos al referéndum sobre la reforma constitucional, el 2 de diciembre del año pasado, contribuyó a que la propuesta no pasara. ¿Es así?
“En cierta forma fue así. No fue la causa o la razón fundamental, fue uno de los ingredientes. El ciudadano que no comparte las ideas y la política gubernamental se estaba sintiendo defraudado ya que la oposición, a la que supuestamente debía apoyar, era un movimiento desgastado. Por eso, lo que casusa la irrupción del movimiento estudiantil en la política es ciertamente el apego hacia una fuerza nueva, no prevista. La frescura de un discurso que hasta ese momento no se había dado. Entonces en ese sentido si es importante. El ciudadano, no sólo se ve representado por esa fuerza nueva, sino también atribuye una grande esperanza a ella”.
¿Se ha producido algún cambio al interior del Movimiento Estudiantil?
“Si. Muchos líderes se han visto catapultados a la escena política y de alguna manera han oído estos cantos de sirena de los políticos profesionales que han visto la posibilidad de liderizar movimientos nuevos. Sería lamentable que estos líderes estudiantiles cayeran en esa política tradicional. Corren un gran riesgo de caer en ella. Deben interpretar que pueden sacar parido de una situación espontanea. En la medida que esos líderes se separen de la fuente natural de la que han nacido y en relación con la cual tienen fuerza, esos líderes están condenados al fracaso al igual que los políticos tradicionales”.
¿Se puede esperar una reacción violenta de parte del Gobierno para con el estudiantado venezolano?
“Eso depende de muchos factores. La gran preocupación de una gran parte de la colectividad venezolana es que el gobierno respete las reglas del juego democrático. Si ese respeto se da, es muy probable que el Movimiento Estudiantil pueda convertirse junto a otros elementos de la comunidad en un factor de extrema importancia para un cambio político. Y no me refiero a un cambio fuera del chavismo, incluso que penetre el propio chavismo y enderezar el rumbo hacia una democracia autentica y participativa. Hasta el momento la participación no se materializa efectivamente y el ciudadano no lo siente. Si la intención del gobierno es perpetuarse en el poder, entonces ahí sí que creo que pueden radicalizarse las posiciones y haber represión policial y militar”.
Esta entrevista fue realizada gracias al apoyo del Centro de Estudios Analíticos para América Latina (CAS LA) adjunto a Respekt Institut.