El mosto de uva fermentado es popular en Chequia

Foto: Vlasta Gajdošíková, ČRo

La temporada de la vendimia ha comenzado en la República Checa y con ello el periodo en que es posible degustar el mosto de uva fermentado, una bebida con larga tradición en el país.

Foto: Vlasta Gajdošíková,  ČRo
Aunque la mayoría de los propietarios de los viñedos en este país se dedica exclusivamente a la fabricación de vino, muchos conservan la tradición de elaborar tras la primera recogida de los frutos de la vid el mosto de uva fermentado. La tradición de su preparación se remonta al Medioevo y es un fenómeno típico de Chequia, ya que en países vecinos como Alemania o Austria este mosto no tiene tanta popularidad.

Independientemente de que el frío de este año acabó con una parte de los viñedos, la cosecha no será peor que la del año pasado, aseguran los viticultores. Sin embargo, el precio de esta bebida será superior en 38 céntimos de euro, lo que se debe al incremento del coste de la uva. Mientras que el año pasado un kilo costaba unos 73 céntimos de euro, este año llega a unos 77 céntimos. Y para la preparación de un litro de mosto se necesitan unos dos kilos de uvas.

Un litro de mosto de uva fermentado cuesta así unos 2,68 euros este año. Los ciudadanos pueden comprar esta bebida alcohólica directamente en algunas viñas, sobre todo en Moravia, así como en los mercadillos agrícolas que tienen lugar a lo largo y ancho del país.

Según la ley, el mosto puede venderse desde agosto hasta principios de noviembre y debe ser preparado exclusivamente de uvas cultivadas en la República Checa. En diferentes lugares de Bohemia y Moravia se celebran cada fin de semana en ese periodo las fiestas del mosto.