El Monasterio de Emaús del siglo XX " dos abades entre el nazismo y el cristianismo
Uno de los dos conventos benedictinos de Praga se llama Monasterio de Emaús. Fue fundado en 1374 por el rey checo y emperador romano-germánico, Carlos IV, con el fin de renovar la liturgia eslava. Lo curioso es que en la primera mitad del siglo XX el monasterio tuvo dos abades, cuyos destinos reflejaron uno de los temas turbulentos de la época: el enfrentamiento entre el nazismo y el cristianismo.
El famoso monasterio de Emaús, monumento gótico fundado en el siglo XIV en la Ciudad Nueva de Praga por el rey checo Carlos IV atravesó un historia muy complicada. Tras el inicio exitoso de sus actividades culturales y espirituales, se convirtió después de 1418 en objeto de los ataques del fanatismo religioso de los husitas checos. El convento fue saqueado y los frailes expulsados.
El monasterio registró un nuevo auge en el siglo XVII, cuando fue renovado por los benedictinos españoles, quienes reanimaron las actividades religiosas en este memorable recinto del casco histórico de Praga.
Después de 1780, cuando el emperador romanogermánico, José II, inició en los países del Imperio Austríaco una reforma administrativa y religiosa, los benedictinos de Emaús fueron encargados de enseñar en el liceo de Klatovy, en Bohemia Occidental. Sus actividades pedagógicas se desarrollaban en detrimento de su vida monástica. Por ello, en el siglo XIX, el monasterio atravesó nuevamente un período de decadencia, hasta 1880.
En 1880 se trasladaron al monasterio praguense los benedictinos del convento austríaco de Beuron. Desde aquél entonces, el Monasterio de Emaús se convirtió en un centro monástico cosmopolita, residiendo allí principalmente frailes de Alemania, Polonia, Austria y posteriormente también de Yugoslavia. Una de las más destacadas personalidades de esta comunidad cosmopolita fue el sacerdote alemán, Alban Schachleiter, cuyo problemático legado es el tema principal de este capítulo.
En las postrimerías del siglo XIX se propagó en las regiones fronterizas alemanas el movimiento anticatólico llamado "¡Fuera de Roma!", patrocinado por los políticos nacionalistas de Alemania. Alban Schachleire se afamó en aquel entonces como enérgico defensor de la fe católica. Reconociendo sus méritos al respeto, el papa Pio X le entregó una medalla de plata.
En 1908 el padre Schachleiter fue elegido abad del Monasterio de Emaús. El monasterio se convirtió bajo su dirección en un importante centro polítixo. El abad Schachleiter -amigo íntimo del sucesor del trono, Fernando del Este y confesor de su esposa checa, la condesa de Chotek- estuvo muy apegado a la causa del nacionalismo alemán y de la dinastía habsburga. Por ello, durante la Primera Guerra Mundial transformó al Monasterio de Emaús en un hospital para los soldados austríacos, oficiando asimismo misas por la victoria de las armas imperiales.
Después del desmembramiento del Imperio Austro-Húngaro y del surgimiento de Checoslovaquia en 1918, las mencionadas actividades del abad Schachleiter tuvieron graves consecuencias para el destino ulterior del monasterio.
Debido a sus actividades antichecas, el religioso alemán fue sometido a investigaciones policiales e internado por varios días. La prensa checa criticaba en aquél entonces el hecho de que el mmonasterio, fundado originalmente como un centro de la liturgia eslava, se convirtiera, paradójicamente, en un centro del nacionalismo alemán. Éste fue también uno de los pretextos para la propaganda anticatólica de la época.
En vista de todos estos antecedentes, Alban Schachleiter renunció a su cargo de abad y en 1920 abandonó Praga, seguido por la mayoría de los frailes de nacionalidad alemana quienes buscaron nuevo refugio en Alemania y Silesia.
Después de la salida de Alban Schachleiter fue ordenado como nuevo abad del Monasterio de Emaús el excelente teólogo, Arnost Vykoukal, quien había estudiado tanto en la archiabadía de Beuron, como en la ciudad belga de Lovaina y en Inglaterra.
Bajo la dirección del abad Vykoukal, en el Monasterio de Emaús comenzó a desarrollarse nuevamente la liturgia eslava, según lo había postulado en el siglo XIV su fundador Carlos IV, y el convento gótico se convirtió en un verdadero centro de la espiritualidad y teología cristiana entre las dos guerra mundiales. Con las actividades de Emaús estuvieron ligadas muchas destacadas personalidades de la vida cristiana de la Checoslovaquia de entonces.
Por su parte, el ex abad Schachleiter se acercaba desde el comienzo de los años veinte al movimiento nazi. Tras la elección de Hitler canciller alemán, en 1933, Schachleiter publicó un artículo en el que sostuvo que para un católico no existía ningún obstáculo moral ni dogmático para su militancia en el partido nazi. Al mismo tiempo, comenzó a polemizar con la mayoría de los obispos alemanes quienes se oponían a la ideología nazi.
Al identificarse de este modo extraño con la herejía pagana y dar tantas pruebas de desobediencia eclesiástica, Schachleiter fue suspendido de sus cargos pastorales y sacerdoteles, convirtiéndose asimismo en uno de los héroes del oficialismo nazi y víctimas de una supuesta persecución por parte de la jerarquía católica.
Tras la muerte de Alban Schachleiter en 1937, el régimen hitleriano utilizó el acto funeral para su autoglorificación. El ex abad fue enterado en Munich con honores estatales y la asistencia del entonces brazo derecho de Hitler, Rudolf Hess. El ataúd de Schachleiter estuvo cubierto por una bandera roja con la esvástica.
Por su parte, el sucesor de Schachleiter en el Monasterio de Emaús, el abad Arnost Vykoukal, permaneció fiel a la vocación cristiana hasta su muerte en el campo de concentración nazi de Dachau, en 1942.
En 1945, en las últimas semanas de la Segunda Guerra Mundial, el histórico recinto gótico del Monasterio de Emaús, resultó destruído debido a un error de la aviación norteamericana. De la iglesia gótica quedaron solamente ruinas, y en el claustro semidestruido fueron reanudadas las actividades monásticas tan sólo después del desmoronamiento del régimen comunista en 1989.