El ministro Alois Rasín fue asesinado por un partidario de comunismo anarquista

Alois Rasín

En esta edición podrán escuchar la semblanza del notable político checo, Alois Rasín, que se inscribió en la historia como uno de los fundadores de la República Checoslovaca independiente. Destacó también como un ministro de Finanzas ejemplar para quién la moneda checoslovaca era símbolo de orgullo nacional. Alois Rasín falleció en 1923 víctima de un atentado.

Alois Rasín que había nacido en 1867, era un hombre extraordinariamente combativo y dinámico. Era un líder nato y un perfecto organizador. Al desafiar a las autoridades del imperio austro-húngaro del que las tierras checas formaban parte, Alois Rasín no vaciló ante el peligro.

En 1894, el impetuoso Alois Rasín se sentó en el banquillo de los acusados como uno de los implicados en el proceso con la organización de jóvenes radicales "Omladina", "Juventud" en español. Las autoridades del imperio austro-húngaro lo condenaron a dos años de prisión por incitación a manifestaciones y organización de asociaciones subversivas.

Su enterza y resistencia síquica permitieron a Alois Rasín sobrellevar la reclusión. Aunque incomunicado, el joven se dedicaba al estudio del francés y del inglés.

Tras salir de la prisión, Alois Rasín abrió su despacho de abogado. En 1907 ingresó en las filas del llamado Partido de los jóvenes checos, y pronto se convirtió en el hombre número dos de esa formación política, tras su líder Karel Kramár. En 1911 Alois Rasín obtuvo un escaño parlamentario.

Los siete disparos en Sarajevo que en 1914 mataron al príncipe heredero del imperio austro- húngaro, Fernando d´Este y a su esposa, desencadenaron la conflagración mundial y cambiaron también la vida de Alois Rasín.

Alois Rasín
Rasín vio en el conflicto bélico la gran oportunidad para conquistar la independencia nacional.En otoño de 1914 fue uno de los fundadores de una red de espionaje antiHabsburgo. En el año siguiente ingresó en la asociación secreta Maffia- la cual, obviamente, nada tenía que ver con la mafia italiana. Dicha asociación reunía, bajo la dirección de Edvard Benes, importantes informaciones que enviaba a Tomás Garrigue Masaryk, futuro presidente checoslovaco, que se hallaba en el exilio.

Alois Rasín reveló tener grandes dotes para el trabajo clandestino. Cuando notaba que la policía andaba detrás de él, borraba todo rastro para no comprometer la asociación secreta. Sin embargo, Rasín no escapó a la persecución. La prisión sobrevino en julio de 1915.

Alois Rasín sobrellevaba las vicisitudes de la prisión relativamente bien ya que contaba con la anterior experiencia de recluso, en los años 90. El proceso se arrastró medio año. La policía no halló una sola prueba fehaciente para respaldar la acusación de alta traición que pesaba sobre Alois Rasín, pero el acusado sabía que se trataba de un proceso político en el cual las sentencias se formulaban simultáneamente con la acusación.

Alois Rasín fue condenado a la pena capital. El condenado escuchó el terrible veredicto con una gran serenidad.

La muerte del emperador Francisco José evitó que Alos Rasín fuera ahorcado. El nuevo soberano, Carlos I, indultó a los presos políticos. Alois Rasín salió de prisión en el verano de 1917 e inmediatamente se enfrascó en la política y en el trabajo de la asociación secreta Maffia. Participó en la organización de todas las grandes manifestaciones nacionales, seleccionaba funcionarios confiables para el futuro Estado checoslovaco independiente y redactaba los textos de sus futuras leyes.

Aunque era un hombre impaciente e impetuoso, Alois Rasín sabía esperar a que llegara el momento oportuno para la proclamación de la independencia. Estaba dispuesto a arriesgar su vida, pero quería evitar un inútil derramamiento de sangre.

En la noche del 27 al 28 de octubre de 1918, Alois Rasín tomó la decisión más trascendente de su vida: Tras una conversación telefónica con el político checo, Vlastimil Tusar, que se encontraba en Viena, Alois Rasín llegó a la conclusión de que la capitulación del imperio austro-húngaro en la conflagración mundial era cuestión de horas.

Sin haber consultado a nadie, dio órdenes para concluir los preparativos para la toma del poder y la proclamación del Estado checoslovaco independiente. El 28 de octubre, cuando ello sucedió, fue el día más feliz de Alois Rasín.

En el primer gobierno checoslovaco, Alois Rasín ocupó la cartera de Finanzas. Su dureza y las medidas impopulares que adoptaba como severo guardián del Tesoro, le crearon muchos enemigos.

Para Alois Rasín, la estabilidad de la corona checoslovaca era motivo de orgullo nacional y en su fortalecimiento veía la prueba de la vitalidad del nuevo Estado. Alois Rasín propagaba el lema "Trabajar y Ahorrar", y él mismo daba el ejemplo: trabajaba 16 horas diarias y reducía al mínimo sus gastos personales. A pesar de ser ministro, no se mudó de su modesto piso en una casa de viviendas.

La política de deflación y de austeridad, aplicada por Alois Rasín aumentaba su impopularidad. Contra el ministro se desencadenó una campaña hostil y sus amigos comenzaron a temer por su vida. Alois Rasín rechazaba sus advertencias, alegando: "Un checo no levantará contra mí su mano..."

Alois Rasín se equivocó. El 5 de enero de 1923 disparó contra él Josef Soupal, de 19 años de edad, partidario del comunismo anarquista. La bala alcanzó la columna vertebral del político y los médicos coincidieron en que no había esperanza de cura.

Con la mitad del cuerpo paralizado, Alois Rasín permaneció todavía seis semanas en el hospital hasta expirar el 18 de febrero de 1923. Su asesino Josef Soupal fue condenado a 18 años de cárcel. Una vez cumplida su pena, Soupal ingresó en el Partido Comunista.