El jefe de la OCDE recomienda profundas reformas a la República Checa

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La reducción del gasto público, una fiscalidad sostenible y la mejora de las condiciones del mercado son los principales retos a los que se enfrenta la República Checa a medio plazo si quiere reactivar su economía. Así lo dijo este martes en Praga el Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el mexicano Ángel Gurría, que presentó el sondeo económico de la República Checa de 2010.

Ángel Gurria y Jan Fischer,  foto: ČTK
La reducción del déficit estatal es uno de los puntos clave para que Chequia emprenda el duro camino hacia la recuperación económica, que padeció un fuerte retroceso durante 2009 a consecuencia de la crisis. Ello se desprende del informe elaborado por la OCDE donde se describe cuales son las directrices que el ejecutivo checo debería tomar, como afirmó Ángel Gurria.

“Hemos planteado la necesidad de que la República Checa haga varias cosas que nos parecen muy importantes. Una de ellas es el tema de la consolidación fiscal, esto es, cómo se puede volver a una normalidad fiscal, al famoso Maastricht, de un déficit por debajo del 3 por ciento”.

Según ha señalado Gurría este primer reto puede conseguirse flexibilizando el mercado de negocio y evitando el proteccionismo para facilitar la creación de riqueza y la posibilidad de inversión en el país. Pero el equilibrio de las balanzas de la República Checa requiere de otras reformas, la mayoría estructurales, según ha dicho el secretario, como las referentes al sistema de cobertura pública y sistema de pensiones, el otro asunto pendiente y especialmente delicado para el país.

Ángel Gurria,  foto: ČTK

“Cómo hacer que las pensiones sean fiables económicamente, cómo introducir un segundo pilar, el sector privado, cómo manejar el sistema de salud y educación, el sistema de investigación y desarrollo”.

El informe económico pone de manifiesto que la población de Chequia sufre un envejecimiento superior al de la media de los países europeos, algo que repercute de manera directa sobre las arcas del estado. Por ello es necesario encontrar la manera de incentivar el retorno al trabajo de los checos y mejorar las oportunidades y acceso a su formación, como expresó Gurría.

“Cómo puede ayudarse a los más vulnerables de la crisis, a los desempleados, con programas de empleo y programas de reentrenamiento y con programas como los que hay en otros países y se volvieron ley en República Checa para reducir el número de horas por ejemplo trabajadas en lugar de tener más desempleo y más paro”.

Pero la reducción del déficit público y la flexibilización del mercado de negocio checo no son suficientes si el país quiere salir de la crisis. Según el secretario de la OCDE, Ángel Gurría, otras grandes reformas son necesarias como por ejemplo la del cambio de la industria manufacturera en la que se basa el país, menos competitiva que la de los mercados asiáticos y dirigirse hacia sector del conocimiento.