El hospital Na Homolce cumple 10 años de operaciones en el cerebro con el paciente despierto
El hospital Na Homolce de Praga celebra 10 años desde la primera operación de cerebro realizada a una persona despierta. Durante estas intervenciones se pueden escuchar muchas historias y hasta interpretaciones musicales por parte del propio paciente.
El hospital praguense de Na Homolce celebra una década desde su primera craneotomía despierta, o sea, el método de operación cerebral llamado “asleep, awake, asleep”, es decir, “dormido, despierto, dormido”. Los neurocirujanos acuden a este tipo de operación cuando los pacientes padecen, por ejemplo, tumores o lesiones vasculares ubicadas cerca del centro del habla en el cerebro. Para no perjudicar la capacidad de expresarse del paciente, es fundamental que este se comunique con los médicos durante la operación. Más detalles sobre el procedimiento explicó a la Radio Checa durante la propia operación Jan Šroubek, neurocirujano de Na Homolce.
“Por los ultrasonidos comprobamos donde está el foco de la enfermedad. Tenemos que buscar el camino hacia el foco que no pase por el centro del habla. Ahora ya está abierta la duramadre que protege al sistema nervioso central. Esto todavía lo hacemos con anestesia total porque es doloroso. El cerebro no duele, así que en un momento despertaremos al paciente”.
Además de los neurocirujanos, en la operación está presente también un neuropsicólogo que mantiene el contacto con el paciente cuando está despierto. Mientas los neurocirujanos estimulan distintas partes del cerebro, el neuropsicólogo enseña al paciente algunos dibujos y le pregunta por sus aficiones, por ejemplo. Es importante que el médico hable con el paciente el día anterior a la operación para poder verificar posteriormente en la intervención la exactitud de sus respuestas. También durante la operación de Jan Šroubek el paciente estaba describiendo dibujos.
“Clavos, iglesia, tenedor, regla… Yo jugué durante mucho tiempo al balonmano”.
En el caso de la operación de Šroubek, el paciente se equivocó nombrando un tenedor en vez de una cuchara. Esa información es para el cirujano Šroubek absolutamente crucial.
Vladimír Beneš, jefe de la Clínica de Neurocirugía y Neurooncología de la Facultad de Medicina de la Universidad Carolina, explicó para la Radio Checa que los cirujanos que efectúan las operaciones “awake” también tienen que tener en cuenta las particularidades de cada paciente y así, en el caso de que este sea un músico, por ejemplo, la operación puede parecerse a un concierto.
“Por supuesto, si el paciente tiene alguna función específica de la que depende, por ejemplo, porque sea un violinista profesional, tenemos que monitorear eso también. Por ahora no hemos tenido ningún paciente así, pero tengo un amigo en Alicante que operó a un flautista que se ganaba la vida con la música y era lo más importante para él, así que durante la operación tocaba la flauta”.
Añade Beneš que los pacientes soportan muy bien la operación. Rara vez se ha encontrado con complicaciones durante su carrera.
“Los pacientes, por lo general, lo soportan muy bien. También se acuerdan de la operación y nadie se queja. O solo excepcionalmente. En nuestra serie de operaciones tuvimos unas dos personas que no pudimos operar porque, simplemente, no lo soportaban”.
Según Beneš, las operaciones “awake” se hacían en territorio checo hace décadas, cuando su propio padre comenzaba la carrera de neurocirujano. Luego la medicina abandonó esta técnica para volver con ella otra vez.
“Si lo miramos desde el punto de vista histórico, antes se hacía habitualmente. Mi padre operaba sin anestesia completa, solo con anestesia local en sus primeros años de carrera. Después, el procedimiento se abandonó y ahora hemos vuelto a él”.
Este tipo de operaciones, no obstante, no se realiza solo en el hospital Na Homolce en Praga, sino también en otros hospitales tanto de la capital como de otras ciudades checas. Uno de los primeros centros que efectuó esta operación fue el hospital de U Svaté Anny de Brno en 1997. Hasta la actualidad lleva más de 200 pacientes operados. Aunque al principio se trataba de algo extraordinario, la intervención se vuelve cada vez más rutinaria en Chequia.