El Halíř Trío y su homenaje a la cultura checa a través de la música de cámara clásica
Eduardo García Salas es un español que hace parte del Halíř Trío, una agrupación de música de cámara también conformada por el checo Václav Mácha y la eslovaca Jana Podolská. Conversamos con él acerca de su proyecto musical y de su vida en la República Checa.
Este artista checo fue la inspiración para formar el Halíř Trío, un grupo de música de cámara clásica del que hacen parte el violinista Eduardo García Salas, el pianista Václav Mácha y la chelista Jana Podolská.
García Salas explica que la intención del grupo era difundir más conocimiento acerca del famoso violinista ya que se ha dado cuenta que, a pesar del gran éxito internacional que tuvo, sigue siendo desconocido por muchos, incluso en la República Checa.
“Y nació simplemente por la necesidad de dar a conocer la persona de Karel Halíř, un violinista checo nacido en Vrchlabí, que hasta ahora creo que poca gente ha estudiado o no se ha escrito mucho sobre él y es un personaje que estrena conciertos importantísimos de violín como el de Sibelius, el de Chaikovsky en Alemania, se escribe con Dvořák estrena obras de Richard Strauss, muchísimas cartas.”
Sin embargo, el violinista español agrega que también decidió hacerlo por razones personales que parecen conectarse con una casualidad casi perfecta sobre el lugar de origen de Karel Halíř.“Y nada, lo curioso y estoy haciendo todo esto porque mi mujer nace en esa ciudad, de Vrchlabí en el norte de Chequia donde nace el río Elba a 130 km de Praga noreste, y mis dos hijas nacen ahí también, entonces yo creo que si hubiera nacido en el pueblo de al lado pues ya no me ocupo pero siendo ellas de ahí, las tres han nacido ahí, entonces dices bueno hay mucha casualidad, todo se junta ahí y digo hay que promocionar todo esto.”
Eduardo García Salas proviene de Lleida, España, una de las cuatro provincias que hacen parte de Cataluña, en frontera al norte con Francia. Comenta que desde que tiene memoria sus padres querían que él junto con sus 6 hermanos se iniciaran en la música. Mientras que varias de sus hermanas tocaban la guitarra, la flauta, la viola y el chelo; él se interesó por el violín.
Pero hasta ahí el español todavía no sabía del futuro que le esperaba en Chequia. Su llegada al país, en 1992, sucedió con la idea de permanecer un año gracias a un curso de verano ofrecido en la ciudad de Brno, pero finalmente se convirtió en una estadía más duradera en la que terminó dedicando la mayor parte de su vida.
“Cuando yo acabé la escuela media en España, el conservatorio también, había unos cursos en el verano siempre de una orquesta de Brno y en el año 92, el año de las olimpiadas de Barcelona me vine para acá en octubre pensando que estaría un año, máximo dos, tenía beca de mi ciudad claro porque en mi casa era imposible pagar un estudio afuera pero al final fueron cinco años.”
■ Halíř Trío presentó su nuevo cd el pasado 1 de febrero en Praga en la iglesia de San Lorenzo, con ocasión de la celebración del nacimiento de Karel Halíř.
■ En junio de este año la agrupación cumplirá 2 años de haberse formado. Hasta ahora han tocado 29 conciertos y en este momento están realizando interpretaciones en la República Checa y España para difundir su nuevo proyecto de música que grabaron el pasado mes de julio en el auditorio de Granados en Lleida, España.
Un músico español enamorado de República Checa
Más adelante, durante su tercer año en el país, sucedió algo que no esperaba y conoció a su esposa. Por un tiempo vivieron juntos en España y para el año 2008 decidieron regresar a Chequia y formar su hogar aquí. García Salas al detallar este momento de su vida dice.
“En Chequia se dice 'Co Čech, to muzikant', que todos los checos son músicos y es que es verdad..."
“En el tercer año conocí a la que es hoy mi mujer y bueno luego entré a la joven orquesta de España, un poco de peripecias aquí y allá y al final en el 99 nos casamos y nos vinimos acá a la República Checa. Desde el 99 que me casé vivimos cuatro años en Praga, después probamos cinco años en España, yo estaba de concertino en la orquesta de mi ciudad de Lleida y tocando en el teatro del liceo en la ópera y volvimos en 2008.”
En su llegada al país, el músico se sintió desorientado y explica que al principio le tomó un poco de tiempo acostumbrarse a una cultura, un idioma y un clima tan diferentes de España. Durante esos tiempos difíciles explica que su motivación fue la música y el ánimo que recibía de su familia y que, eventualmente, se dio cuenta de cómo cada esfuerzo había valido la pena.
“Cuando llegué pues no hablaba nada de checo y llegue en octubre con lo cual en noviembre recuerdo que a las cuatro de la tarde era de noche y parecían las 11 de la noche ya y acostumbrado a España no, la comida también toda muy diferente pero recuerdo que siempre me decían en casa estas ahí por el violín y sacaba siete, ocho horas diarias de estudio y nada fue una experiencia en verdad muy gratificante.”
“Praga musicalmente es una maravilla”.
Hablando sobre la música clásica y el género de música de cámara, Eduardo García Salas piensa que a diferencia de otros países europeos, en la República Checa existe una apropiación cultural sobre este tipo de música. Asimismo, opina que se trata de algo que llevan los checos en sus raíces y que se ha venido transmitiendo a través de las generaciones.
“En Chequia se dice “co Čech to muzikant”, que todos los checos son músicos y es que es verdad, todo el mundo estudia algún instrumento, todo el mundo sabe nociones básicas de música, es porque está en la tradición está en el folclore que no quiere decir que en España o en otros sitios no haya folclore musical, por supuesto que lo hay, pero ya puestos a compararlos, pues claro la música clásica está aquí muy arraigada, Praga musicalmente es una maravilla.”La capital checa le parece fascinante, dice que no hubiera podido estudiar aquí porque se hubiera distraído constantemente debido a la belleza de la ciudad y a todos los lugares bonitos dentro de ella que vale la pena visitar.
“Mira Praga cuando vine como estudiante lo primero que dije es que es una ciudad que es imposible estudiar aquí, yo no hubiera podido estudiar en Praga porque es tan bonita y hay tantas cosas que ver, que hacer que, yo no hubiera tocado ni 10 minutos el violín cada día, sabes, hubiera estado de paseo, viendo, descubriendo.”
Eduardo García resalta que ahora que vive en Praga le sigue ocurriendo lo mismo y que se siente muy feliz de haber podido colaborar con un proyecto que rendía homenaje a uno de los sitios más históricos y emblemáticos de la ciudad, el Puente de Carlos. Al respecto comenta.
“A mí una vez me pidieron hacer una grabación para un pocket, una guía de bolsillo sobre el Puente de Carlos y me dicen solo te podemos pagar creo que 1000 coronas y dije me da igual, pensar que mi voz va a quedar ligada al Puente de Carlos por años pues lo hice encantadísimo y estoy esperando que me llamen para Hradčany para el castillo.”