El funicular de Petřín en Praga celebra 130 años
Cada año, el funicular de Petřín acoge a alrededor de dos millones de personas. Se trata del segundo punto de interés más popular de la República Checa. El funicular fue construido con motivo de la Exposición Conmemorativa de 1891 y transportó a sus primeros pasajeros el 25 de julio del mismo año.
El objetivo del funicular era claro: facilitar a los ciudadanos de Praga el acceso a la cima de la colina de Petřín, donde fue levantada ese mismo año una torre con mirador, réplica de la Torre Eiffel de París. La construcción del funicular se logró en un plazo extremadamente corto, solo cinco meses.
El primer funicular que se puso en marcha funcionó en base a un sistema de propulsión del agua. Una vez llenados los depósitos del vagón de arriba, éste bajaba por su propio peso, mientras que el de abajo, que en ese momento era más ligero, subía. Se trataba, sin duda, de un método económico y ecológico. Los problemas surgían en los meses de invierno, cuando el agua en los depósitos se congelaba.
Durante la Primera Guerra Mundial, el funcionamiento del funicular se vio interrumpido. Cuando fue puesto en marcha nuevamente, en 1932, el sistema era completamente distinto. Su recorrido se prolongó de 390 a 511 metros y el funicular mismo fue provisto de un motor eléctrico, suministrado por la empresa Českomoravská Kolben Daněk. En 1965, el funicular se sometió a otra prueba de fuego o, mejor dicho, de agua, cuando el agua pluvial causó un derrumbe masivo de tierra que destruyó por completo la vía por la que pasaba.
El funicular no fue renovado hasta 20 años después, en 1985. Desde entonces ha transportado a unos 55 millones de pasajeros y funciona de manera ininterrumpida, con excepción de las dos pausas anuales, cuando se somete a revisión.
Relacionado
-
Lugares de Praga con Historia
El Santuario del Niño Jesús de Praga, la colina de Vyšehrad o el Barrio Judío son algunos de los puntos más visitados de la capital checa.