El funicular de Praga estará fuera de servicio por reconstrucción
El funicular de Praga, utilizado por miles de personas para visitar el monte Petřín, uno de los lugares más románticos de la ciudad, estará fuera de servicio debido a una profunda reconstrucción.
La construcción de un funicular en Praga data del año 1890 y vino de la mano de la idea de levantar un mirador en el monte Petřín. El funicular resultó ser la mejor vía para superar los más de 100 metros de altura desde la calle Újezd, en el barrio Malá Strana, hasta la cima del monte.
El 25 de julio de 1891, los primeros pasajeros subieron al funicular que les llevó al punto más alto del monte Petřín, solo dos meses más tarde fue inaugurado el mirador, que recuerda torre Eiffel, pero con tan solo 65.5 metros de altura.
Fuentes del Ayuntamiento de Praga informaron que el funicular necesita de una amplia reconstrucción que lo mantendrá fuera de servicio durante muchos meses.
Petr Hloch, jefe de departamento de la empresa de transporte metropolitano dijo a la Radio Checa que el funicular de Petřín viene funcionando con su aspecto y prestaciones actuales desde el año 1985.
“La carrocería del funicular no está en buenas condiciones. Tiene más de 35 años, y su vida útil acabará pronto. Los frenos de emergencia de los vagones funcionan por medio de un sistema de cables, el problema es que desde 1960 ya no se fabrican. Necesitamos instalar frenos de emergencia en los carriles, pero los parámetros de la carrocería y los rieles no son compatibles”.
El vicealcalde Adam Scheinherr, responsable de la agenda de transporte, dijo a la Radio Checa que en el proyecto de rehabilitación del funicular se cuenta con un diseño más moderno y un aumento del número de pasajeros.
"Queremos diseñar vehículos que ayuden a aumentar el número de pasajeros. Hoy, tienen una capacidad para cien personas que responde a las dimensiones establecidas. Trataremos de llegar a los 128 pasajeros”.
Desde el Ayuntamiento no han sabido responder cuándo empezarán los trabajos y cuánto tiempo llevarán, sin embargo, el experto Petr Hloch estima que bien puede tratarse de unos ocho meses, según dijo a la Radio Checa.
"La fabricación de la carrocería del funicular tardará unos seis meses. Además el fabricante necesitará unos dos meses para hacer pruebas con los vagones en su planta de producción, y comprobar que todo estará preparado para una circulación adecuada y segura, sin olvidar toda la documentación indispensable”.
En 1891 el funicular superaba una diferencia de más de 102 metros de altura y su longitud inclinada era de 396.5 m, con una pendiente de casi un 27% y aprovechaba el principio de sobrecarga de agua.
En los vagones de 6 metros de longitud y 2 metros de ancho cabían 32 personas, el viaje duraba 6 minutos. Durante la Primera Guerra Mundial, el funicular dejó de funcionar. No fue hasta el año 1931 que pasó a manos de la Empresa Eléctrica, y el nuevo dueño lo cambió todo, instaló motores eléctricos nuevos vagones y empezó la modernización del funicular de Petřín.
En la actualidad la vía tiene una longitud de 510 metros, hay tres paradas y la capacidad de transporte es 1400 personas por hora.
