El frío pone en peligro la vida de las personas sin hogar

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En vista de la brusca bajada de las temperaturas en la República Checa en los últimos días, las autoridades se vieron enfrentadas al problema de cómo proteger del frío a las personas sin hogar. El pasado fin de semana los termómetros marcaron en la noche unos -15°C en varias zonas del país y los meteorólogos advierten de que las temperaturas podrían bajar más todavía a finales del mes.

Ivan Kabický,  foto: Archivo de la Alcaldía de Praga
La Alcaldía de Praga ha declarado la semana pasada un estado de crisis a raíz de la bajada de temperaturas, que rige para los centros sociales que brindan servicio a las personas sin hogar. Las autoridades están conscientes de que los indigentes que viven en la calle corren peligro de muerte debido al fuerte frío y, según indicó Ivan Kabický, vice alcalde de Praga, fueron adoptadas medidas para prevenir esa eventualidad.

”Al alcanzar la temperatura en Praga los -10°C, la Alcaldía instaló en la ciudad varias tiendas de campaña de grandes dimensiones para proteger a los indigentes del frío. Además, en invierno las personas sin hogar pueden recurrir a varios otros centros sociales, donde les será ofrecido alojamiento”.

El barco Hermes,  foto: Tomáš Adamec / Archivo de ČRo
La Alcaldía de Praga incrementó el número de empleados sociales que se dedican al trabajo de calle con personas sin hogar. Se logra así repartir entre ellos comida caliente y té en estos días de frío, pero los establecimientos de servicios sociales y alojamiento para los mendigos siguen siendo muy pocos.

El barco Hermes en el río Moldava, transformado en un albergue para las personas sin hogar, puede alojar un máximo de 250 personas y una cantidad similar puede encontrar refugio en las instalaciones del Ejército de Salvación y del Centro Naděje. Además, unas 200 personas pueden dormir en las grandes tiendas de campaña. Pero en Praga hay más de 1.200 personas sin hogar según datos oficiales, aunque se calcula que su número sobrepasa en realidad los 4.000.

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Una situación aún peor que en Praga se registra en la región Moravia-Silesia, donde oficialmente hay más de 2.500 personas sin hogar, pero su número real puede llegar al triple.

Además de alojamiento, las autoridades tratan también de ayudar a los mendigos a buscar trabajo, para que tengan alguna posibilidad de volver a la vida normal. En el país están evidenciadas unas 11.500 personas sin hogar, aunque este número de lejos no responde a la realidad porque muchos mendigos evitan participar en los censos. Más del 40% de esas personas no tiene trabajo y el 3,1% hasta el presente nunca ha trabajado.