El embajador de España destaca la contribución checa a la presidencia española de la UE

Arturo Lacaustra

El embajador español en la República Checa, Arturo Laclaustra, explicó para Radio Praga los puntos de encuentro entre la recién inaugurada presidencia española de la Unión Europea y su homóloga checa, que transcurrió durante el primer semestre de 2009.

Arturo Laclaustra,  foto: www.flickr.com
España inicia su cuarta presidencia de la Unión bajo el determinante histórico de ser el primer país en hacerlo bajo el Tratado de Lisboa. Un nuevo marco institucional que lo cambia todo, y que precisamente habrá de ser desarrollado durante los próximos seis meses, con la dificultad añadida de la omnipresente crisis económica.

Todo un desafío para el que España ha de contar con el apoyo de las anteriores presidencias, entre ellas justamente la checa. Según señala el embajador español en Chequia, Arturo Laclaustra, la colaboración entre las instituciones checas y españolas se está llevando a cabo en dos niveles.

“Estamos muy contentos con la colaboración que hemos recibido de las autoridades checas, que han compartido con nosotros sus experiencias en la preparación de su presidencia. Tanto por lo que respecta a los aspectos más organizativos (aquí ha habido hasta tres visitas de nuestros organizadores), como en temas sustantivos: la crisis energética o evidentemente también lo que supone el conocimiento de Rusia”, comentó.

De hecho, la crisis del gas, que marcó el inicio de la presidencia checa, puso en marcha una serie de medidas destinadas a conseguir un abastecimiento energético seguro y fiable en Europa. España continuará con el legado checo, tal como expresó Laclaustra.

“La República Checa presentó una serie de iniciativas para suministros, por tanto eso ya forma parte del trabajo comunitario. Evidentemente, lo que se trata es de seguir desarrollándolo, ampliándolo, siempre en beneficio de la Unión Europea”, recordó.

Otra de las piedras checas sobre las que España seguirá edificando es el Acuerdo de Asociación Oriental, que establece un trato de preferencia de la Unión con seis repúblicas ex soviéticas.

“El Partenariado Oriental, desde que se lanzó aquí en Praga, ya forma parte, por así decirlo, del acervo comunitario. Y lo único que se trata es de seguir profundizando en esa relación entre la Unión Europea y los seis países del partenariado. Expresamente en diversas ocasiones el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, ha dicho que es una experiencia de gran valor y que nosotros seguiremos profundizando en la misma, dando la misma importancia al partenariado oriental y al partenariado mediterráneo”, indicó el embajador.

La presidencia española se plantea cuatro objetivos fundamentales: el desarrollo del Tratado de Lisboa, la lucha contra la crisis económica, la puesta en marcha de un rico programa de relaciones exteriores y el acercamiento de las instituciones europeas a los ciudadanos.