El "Dominador" vuelve a hacer magia entre los postes
A pesar de cumplir los 41 años de edad, uno de los mejores guardametas de la historia de hockey sobre hielo, Dominik Hasek, sigue brillando en la Liga de Hockey Norteamericana (NHL), en la que se desempeñan los mejores jugadores del mundo. El puntal de la selección nacional participará este año en Turín, Italia, en su cuarta Olimpíada.
"Hasek al Castillo", este lema coreaban los hinchas después de que la selección checa se adjudicara en 1998 el título en la Olimpíada de Nagano, Japón, pidiendo con énfasis que el portero se convirtiera en jefe del Estado checo.
Fue por primera vez que en una Olimpíada participaron los mejores profesionales del mundo, y el equipo checo, entre otros, gracias a fenomenales jugadas de Hasek, triunfó en el "campeonato del siglo", eliminando a los mayores favoritos de EE.UU. y Canadá.
En la final, el portero no capituló y el cuadro checo derrotó a Rusia por 1-0. Decenas de miles de hinchas posteriormente dieron la bienvenida a los jugadores en la Plaza Vieja de Praga.
El "Dominador", como los aficionados suelen llamar a Hasek por su control indiscutible del área bajo los postes, es según algunos expertos el mejor arquero de toda la historia. Dos veces ha logrado el premio al mejor jugador de NHL y seis veces ha sido galardonado como el mejor portero de ese campeonato.
Dominik Hasek empezó a jugar al hockey en el club Pardubice. A los 16 años de edad se impuso en la Primera División de seniores, y teniendo 18 años participó con la selección nacional en su primer Mundial.
Tras la caída del Telón de Hierro en 1989, Hasek inició su carrera estelar trasladándose a EE.UU., desempeñándose primero en el club Chigaco, para convertirse posteriormente en el número uno del Buffalo Sabres. Uno de los outsiders de la liga llegó en 1999 gracias al increíble rendimiento de Dominik hasta la final de la Copa de Stanley.
No obstante, Hasek tuvo que esperar otros tres años para izar sobre la cabeza el trofeo de clubes más prestigioso, defendiendo los colores del club Detroit. Una vez terminada la temporada de 2002 anunció el fin de su carrera.
Modesto y muy aplicado, estas dos cualidades destacan quienes han entrado en contacto con Dominik Hasek.
Colérico que domina en las canchas, pero no es capaz de dominar su comportamiento en la vida civil, objetan otros.
La verdad es que la gloria del excepcional portero, cuyo nombre lleva incluso un asteroide en el cosmos, tiene una cara opuesta.
Hasek vivió varios caramboles en su vida personal, en 1995 en EE.UU. causó un accidente de tráfico tras consumir alcohol y sobrepasar el límite de velocidad, dos años depués agredió a un periodista, quien lo había acusado de fingir una lesión en la rodilla.
La fama del héroe de Nagano sufrió otra notable cicatriz, además, en mayo de 2003, cuando Hasek agredió a un contrincante en un partido de hockey con patines de rueda, golpeándolo varias veces con el palo en la cabeza. Debido a este incidente incluso tuvo que hacer frente a una demanda jurídica, aunque el Tribunal no lo condenó.
Pese a que sumó en su haber prácticamente todos los trofeos de hockey sobre hielo, este año, uno de los mejores deportistas checos decidió regresar a la NHL firmando contrato con el Otawa, y haciendo callar tajantemente a las voces escépticas que decían que Hasek ya había sobrepasado el cenit y que era muy viejo para volver a jugar en sus condiciones anteriores.
El "Dominador" otra vez domina en las estadísicas individuales de la más renombrada liga del planeta, y en caso de que la selección nacional triunfe en los JJ.OO., es posible que los hinchas vuelvan a gritar "Hasek al castillo".