El diseñador checo Borek Sípek es uno de los mejores en el mundo
Raymundo Sesma es el autor de una exposición de diseño mexicano que se celebra actualmente en Praga. La exposición, que fue presentada ya en varias ciudades del mundo, ofrece al público checo la oportunidad de familiarizarse con obras de distintos artistas mexicanos. Con Raymundo Sesma conversamos en el acto de la inauguración de la exposición "Diseño mexicano".
"Las piezas expuestas son de ónix, mármol y granito. Son materiales de la región. O sea, la idea es trabajar con materiales y mano de obra del lugar. En Puebla existe toda esta tradición que viene de España y antes de España de China. La técnica se llama talavera. Lo curioso es que en Puebla siguen haciendo la talavera como la hacían en el siglo XVI-XVII".
Lo curioso en esta exposición es que es posible tocar las piezas. ¿Porqué?
"Es que tú no puedes tener una relación plena si no tocas. O sea, la percepción, el tacto es tan importante como la vista o como el oído".
¿Cuáles son sus planes para el futuro? ¿Le gustaría volver a presentar otra exposición en la República Checa?
"Me encantaría. Yo creo que es un encuentro extraordinario. Praga es una de las ciudades más bellas del mundo. Más que París, absolutamente. París es una ciudad homogénea. Viste un edificio y ya viste todos prácticamente. Es bella urbanísticamente. Pero Praga es una ciudad muy rica que te habla de gráfica, de dibujo, de estética. Independientemente de eso, una de las experiencias que me gustaría realizar una especie de intercambio con diseñadores checos que vayan a México y mexicanos vengan trabajar a la República Checa el vidrio. O sea, un intercambio de no solamente de diseños, sino también de métodos, de técnicas y de materiales".
Muchos dicen que Praga es una ciudad bella. ¿Porqué?
"Yo digo que es extraordinaria en la proporción de la arquitectura con relación a la geografía. Existen ciudades que la geografía o es muy plana y surgen edificios de distintos tamaños que la belleza la da la altura del edificio o la estética individual de ese edificio. Si yo tengo que hablar de estética en Praga, es una cultura ecléctica - hecha no de un estilo, sino de distintos estilos que conforman un estilo, un carácter ecléctico".
Ud. seguramente dio un paseo por las calles de Praga y vio esos comercios con souvenirs que deberían atraer atención de los turistas, pero que no son muy estéticos.
"Es que aquí es el problema igual. Aquí tienen toda una gran tradición del vidrio. Pero encuentras solamente individualidades. O sea, no se refleja plenamente la potencialidad de lo que ustedes pueden hacer con el vidrio. El vidrio checo debería estar en este momento en el mundo con grandes exposiciones. Si tu no das valor agregado a al producto, estás destinado a morir. Estás destinado que venga el vidrio de Francia, Alemania o China, por ejemplo. Y después te encuentras en Praga con floreros "made in China". Pero ustedes son jóvenes todavía porque vienen de una transición muy difícil. Encontrarse con la libertad no es fácil a veces."¿Qué opina sobre el diseño checo?
"Hay individualidades. Todavía le falta. A ustedes les pasa lo mismo que a otros países. Diseñar significa hoy diseñar como los italianos, como los franceses, etc. Entonces, yo creo en el diseño en la globalización no como homogenidad, sino como identidad. Entonces el diseño que yo diga - ésto es checo, y no es italiano - no lo he visto. Pero hay un diseñador que me encanta: Borek Sípek. Es extraordinario. Yo digo que hay dos importantes diseñadores en el mundo. Y él es uno de ellos."