El discurso de Václav Klaus resultó vacío, según la oposición
En su discurso de Año Nuevo, el presidente Václav Klaus habló de la identidad nacional, de la importancia de la familia y de la política energética del país. La oposición evaluó sus palabras como vacías y poco interesantes.
“Parece que el señor presidente no es capaz de entrar en un diálogo abierto con la sociedad, como si antes de las elecciones presidenciales tuviera miedo de expresar claramente sus opiniones, porque sabe que en el público causan mucha polémica. Me parece que Václav Klaus, junto con el Partido Cívico Democrático, del que es presidente honorífico, son obvios obstáculos en el futuro desarrollo del país”, sostuvo Paroubek.
Según la oposición, el discurso de Klaus fue vacuo y desequilibrado. El presidente del Partido Comunista, Vojtěch Filip, rechazó que los checos vivan la mejor época de su historia, ya que el aumento de precios en 2008 será el mayor en los últimos veinte años. Según el Partido de los Verdes, en el discurso del presidente faltó una visión clara del futuro desarrollo del país. Jiří Čunek, presidente del Democristiano Partido Popular, habría preferido que el presidente acentuara la necesidad de mejorar la moral tanto de los políticos como del público.
No sólo los políticos escucharon el discurso que fue transmitido el 1 de enero por la televisión checa. Miro Žbirka, cantante popular, destacó la visión optimista del presidente.
“Por lo visto, el presidente ha tenido en mente los indicadores positivos de la macroeconomía, porque él es economista. Si éstos resultados son tan buenos, sólo puedo alegrarme. Por otro lado, me parece bastante subjetivo evaluar la situación desde ese punto de vista, aunque me ha gustado que el presidente se haya mostrado tan optimista”, opina Miro Žbirka.
Václav Klaus ha expresado la esperanza de que 2008 sea positivo y esté lleno de actividad. Recordó que en el siglo XX los años terminados en el número ocho tuvieron gran importancia en la evolución del país, como la independencia de la Checoslovaquia lograda en 1918, el golpe de estado comunista en 1948 o la pérdida de la libertad debido a la ocupación del país por las tropas soviéticas en 1968.
Este fue el quinto discurso de Año Nuevo de Václav Klaus. A principios de febrero próximo el parlamento checo decidirá si Klaus continuará desempeñando el cargo o si entregará el poder a otro candidato.