El Día de Muertos mexicano se celebra también en Praga
El Día de Muertos, la festividad mexicana de origen prehispánico que honra a los difuntos, se celebró también este martes en el Parque Stromovka de la capital checa.
Obet Morán, que es mexicano y lleva seis meses en Praga, explica en qué consiste esa festividad, que se celebra también en Praga desde hace siete años.
“El último día de octubre es para los niños, para los angelitos que nosotros les llamamos. En los altares obviamente están las imágenes de los ángeles o de los bebés que fallecieron al nacer, se les ponen dulces o golosinas que obviamente les gustarían a los niños. No son dulces comerciales, como que tú vas a la tienda y compras unas paletitas, son dulces hechos a mano”.
En torno a la laguna del Parque Stromovka de Praga, los organizadores prepararon altares con ofrendas para recordar a sus muertos, talleres donde los niños eran los protagonistas, calaveras de azúcar, comida mexicana, teatrillo, Mariachis y baile tradicional, agrega Obet Morán.“El día primero de noviembre ya es para los adultos, el día primero ya se les pone comida, se les pone tamales, que es muy típico de México. Incluso a la gente, si al fallecido le gustaba la cerveza, se les ponen sus vasos o sus botellas de cerveza. Incluso a gente se le pone Coca-Cola, cigarros y demás cosas”.
Cuando preguntamos a Alejandro García, dueño de un stand que vende momentos mexicanos, sobre cómo acoge el público checo la festividad del Día de los Muertos, cuenta que cada año se acercan más personas y que el ansia por conocer esta festividad mexicana aumenta.“Aquí tenemos aproximadamente 500 a 600 personas en esta festividad. Yo pienso que están interesados. Nosotros decidimos tener una bebida prehispánica que se llama atole. Desde mi local te puedo decir que, mira cuanta gente hay alrededor, que quieren probar el atole. Se ve que tiene interés por estar aquí. Y lo que alcanzo a ver de lejos, pues hay muchísima gente”.
“Creo que se está recuperando la importancia de vincularse con nuestros ancestros, porque al final de cuentas estamos acá porque nuestros ancestros nos dejaron una herencia, nos crearon, nos permitieron vivir, nacer. Y por ello estamos acá. Creo que es importante que los jóvenes, los niños, se vinculen con sus ancestros. Me parece que es importante y sí están respondiendo”.