El cinturón de seguridad, una de las normas más ignoradas por los checos
La obligación de ponerse el cinturón de seguridad al ir en auto es la segunda norma de tráfico más infringida en la República Checa.
Los infractores se arriesgan a multas de hasta 80 euros. El cinturón es en el país obligatorio para todos los pasajeros, incluidos los niños, y no solo para los situados en los asientos delanteros. Así lo comenta la portavoz de la policía Eva Kropáčová.
“Incluso se dan casos de que la gente mete en el vehículo hasta cinco niños y no le pone el cinturón a ninguno”.
El empecinamiento de los agentes en hacer que se cumpla esta normativa tiene como objetivo reducir la gravedad de los accidentes de tráfico. Esto es lo que le sucede a un niño sin cinturón cuando el vehículo en el que viaja choca a una velocidad de 50 kilómetros por hora, describe el especialista Robert Šťastný.
“El niño se ve arrojado hacia delante como si cayera de un tercer piso al suelo. Hay situaciones en las que a veces el niño sobrevive”. El año pasado se descubrieron niños sin el cinturón de seguridad en unos 2.500 casos. En 2016 eran 300 más.
Otra sanción impuesta con especial frecuencia fue la destinada a los conductores ebrios o bajo la influencia de algún otro estupefaciente. En 2017 la policía checa detuvo en las carreteras a 18.000 vehículos por este motivo.