El arquitecto esloveno Jože Plečnik dejó su huella en Vinohrady
La Iglesia del Santísimo Corazón del Señor, situada en el barrio capitalino de Vinohrady, cumple 80 años. Sobre esta excepcional obra diseñada por el arquitecto esloveno Jože Plečnik conocerán más en esta edición de Radioviajes.
La mayoría de los checos asocia el nombre de Jože Plečnik con los cambios arquitectónicos realizados en el Castillo de Praga en la década de los 20 del siglo pasado. No todos saben, sin embargo, que este destacado artista esloveno es autor del diseño de la Iglesia del Santísimo Corazón del Señor, uno de los símbolos principales del céntrico barrio Vinohrady, de Praga.
La construcción del templo comenzó en agosto de 1929. En el concurso que le precedía participaban los mejores arquitectos checos de la época. No obstante, todos decidieron retirarse al saber que Plečnik estaba interesado en el proyecto, según recuerda el historiador Zdeněk Lukeš.
“El concurso no tuvo ganador oficial. Los participantes y el jurado coincidieron que Jože Plečnik debería diseñar la Iglesia. Era algo insólito en aquel entonces y sería absolutamente imposible en nuestros días”, recalca Lukeš.
Jože Plečnik se tomó tiempo para proyectar la obra y no vaciló en cambiar varias veces sus propósitos. Uno de los diseños, rechazado por las autoridades de Praga, fue aprovechado para construir una iglesia en la capital eslovena, Liubliana, indica Lukeš.
“Plečnik proponía realizar la sala principal en forma cuadrada. Posteriormente cambió de opinión, pero aprovechó la idea al diseñar la Iglesia de San Francisco de Asís que se construyó en su ciudad natal de Liubliana”, destaca Lukeš.
Finalmente, el arquitecto optó por una monumental basílica con esqueleto de hormigón armado. Los ladrillos esmaltados que cubren su fachada entera le proporcionan un carácter inconfundible a la iglesia.
Sin embargo, su símbolo principal es la torre, de 42 metros de altura, perforada con un gran agujero circular, que al mismo tiempo cumple la función de un reloj. Se dice que es el reloj más grande de este tipo de toda Europa.
Vinohrady suele ser llamado “barrio real”. Los expertos coinciden que también la Iglesia del Santísimo Corazón del Señor lleva escondidos varios símbolos reales.
Zdeněk Lukeš afirma que los ladrillos salientes de la fachada recuerdan la piel de armiño, mientras que el reloj simboliza la esfera real. Además, hay dos connotaciones directas al Castillo de Praga, indica el historiador.
“En la cripta debajo de la iglesia se encuentra un altar hecho de restos de piedras utilizadas para la construcción de la Catedral de San Vito, en el Castillo de Praga. La otra connotación se descubre subiendo a la torre y mirando por el agujero. Lo que se ve desde esta ventana circular es, naturalmente, el Castillo de Praga”, señala Lukeš.
La iglesia fue terminada en el año 1932. En su finalización participó, entre otros, el discípulo y asistente de Plečnik, el checo Otto Rothmayer.
En cambio, los planes del arquitecto esloveno para modificar el aspecto de la plaza en que se sitúa la iglesia nunca se han llevado a cabo, destaca Lukeš.
“Hace un par de años hubo intentos de realizar cambios en la plaza de acuerdo con las ideas de Plečnik. Lanzaron un atrevido diseño que contaba con una larga alameda situada frente al portal principal. Todo parecía indicar que el proyecto se llevará a cabo, pero al final fue cancelado debido a las inundaciones”, recuerda Lukeš.
Con motivo del 80 aniversario de la construcción del templo, la Radiodifusión Checa realizó una pequeña encuesta. Sus redactores salieron a la calle para comprobar los conocimientos de los ciudadanos de Praga sobre esta obra arquitectónica. Aquí está la respuesta de uno de los transeúntes.
“Creo que la iglesia tiene unos 100 años. No sé quién es su autor pero, de todas formas, es muy interesante. No se parece a ninguna de las iglesia que conozco”.
Así respondió una mujer de edad mediana que vive en Vinohrady.
“Es obra de Plečnik. Dicen que su idea original era construir una iglesia que se pareciera al Arca de Noé. A mí me gusta mucho. De vez en cuando voy a misa, especialmente, en Navidad”.
Y estas son las palabras de un hombre mayor, también residente en Praga.
“Yo vivo por aquí desde hace cincuenta años, pero la iglesia es más antigua. Es de Plečnik, así que puede tener unos cien años”.
La vida de Jiří Slabý desde siempre ha sido vinculada con la Iglesia del Santísimo Corazón del Señor. Aquí fue bautizado a los 14 días y mucho más tarde regresó como cura.
Desde hace más de 20 años, el sacerdote oficia misas en esta joya arquitectónica de Vinohrady y su belleza no deja de sorprenderle, según cuenta.
“Puesto que Plečnik era profundamente creyente, logró algo insólito: materializar la espiritualidad. Cuando uno entra en la iglesia siente que lo divino y lo humano está unido”, dice Slabý.
Jiří Slabý afirma que uno siempre se siente a gusto en esta iglesia. Pero al llenarse de gente es cuando el templo cobra la vida y adquiere una atmósfera irrepetible, según el cura.
“En la iglesia caben hasta 2.500 personas. La atmósfera que se crea es arrebatadora, incluso para los no creyentes. Se siente algo que no se puede expresar con palabras. Y es lo divino que está presente en cada hombre y que el hombre puede transmitir a los demás”.
La iglesia, considerada por muchos como la mejor obra arquitectónica del siglo XX en Praga, fue consagrada el 8 de mayo de 1932 al Santísimo Corazón del Señor. Jože Plečnik dedicó el proyecto al Niño Jesús y no cobró ni un centavo por su trabajo.