El arquitecto esloveno Jože Plečnik dejó parte de su corazón en Praga
Invitado a Praga en los años 20 del siglo XX por el primer presidente checoslovaco Tomáš Garrigue Masaryk, el arquitecto esloveno Jože Plečnik dejó en esta capital varios testimonios de su gran talento. Este domingo se cumple el 150 aniversario del nacimiento de Plečnik.
El arquitecto esloveno, Jože Plečnik es conocido en la República Checa, sobre todo, por haber sido arquitecto jefe de la Oficina presidencial, durante el primer decenio de la Checoslovaquia independiente, creada en 1918. Por solicitud del primer mandatario de este país, Tomáš Garrigue Masaryk, el arquitecto transformó el Castillo de Praga de símbolo de la monarquía austrohúngara a residencia del presidente de un Estado moderno y democrático.
Plečnik remodeló el primer y tercer patio del Castillo y prosiguió en sus labores transformando la residencia presidencial. Proyectó también la readaptación de los jardines adjuntos, incluyendo el jardín invernal, y las terrazas verdes que ofrecen una espléndida vista panorámica de Praga. A Plečnik se debe asimismo el frontispicio norte de la llamada Sala Española en los interiores del Castillo de Praga, y el pasillo de columnas que conduce a ese salón, entre otros tantos trabajos en el lugar.
Otra majestuosa obra de Plečnik en Praga que hasta el presente es admirada tanto por turistas como por los habitantes de la capital checa, es la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en el barrio de Vinohrady. Los trabajos en su construcción comenzaron en 1928 y terminaron en 1932. La decisión de encargar este proyecto a Jože Plečnik fue precedida por un concurso, como dijo a Radio Praga Internacional el historiador Zdeněk Lukeš.
“El concurso no tuvo ganador oficial. Los demás participantes y el jurado especializado coincidieron luego que fuera Jože Plečnik quien diseñara la iglesia. Esto era algo insólito en aquel entonces y sería absolutamente imposible en la actualidad”.
La Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús fue situada en un lugar donde antaño se extendían los viñedos reales. Viñedos en checo son vinohrady, palabra que dio su nombre al barrio local.
Jože Plečnik se tomó tiempo para proyectar la obra y no vaciló en cambiar varias veces sus propósitos. Uno de los diseños, rechazado por las autoridades de Praga, fue aprovechado para construir una iglesia en la capital eslovena, Liubliana, sostuvo Lukeš.
“Plečnik proponía realizar la sala principal en forma cuadrada. Posteriormente cambió de opinión, pero aprovechó esta idea al diseñar más tarde la Iglesia de San Francisco de Asís en su ciudad natal de Liubliana”.
Al final, el arquitecto optó por una monumental basílica con esqueleto de hormigón armado. Los ladrillos esmaltados que cubren toda su fachada, le proporcionan un carácter inconfundible y hacen recordar la piel de un armiño. La nave central de la iglesia tiene 50 metros de longitud, 25 metros de ancho y 25 metros de altura y caben en ella hasta 2500 personas.
Sin embargo, el símbolo principal de la obra es su torre, de 42 metros de altura. Está perforada con un gran agujero circular, que al mismo tiempo cumple la función de un reloj. Se dice que es el reloj más grande de este tipo de toda Europa. De acuerdo con Zdeněk Lukeš, el reloj simboliza la esfera real. Y hay en el lugar dos connotaciones directas al Castillo de Praga, afirma el historiador.
“En la cripta debajo de la iglesia se encuentra un altar hecho de restos de piedras utilizadas para la construcción de la Catedral de San Vito, en el Castillo de Praga. La otra connotación se descubre subiendo a la torre y mirando por el agujero. Lo que se ve desde esa ventana circular a lo lejos es el Castillo”.
En opinión de Jiří Slabý, sacerdote asistente de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, Jože Plečnik logró materializar con esta obra la espiritualidad.
“Gracias a que Plečnik era profundamente creyente, logró algo insólito: materializar la espiritualidad. Cuando uno entra en la iglesia siente que lo divino y lo humano están unidos en ella”.
Expertos en arquitectura consideran la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús como la mejor obra arquitectónica del siglo XX en la capital checa. Jože Plečnik no cobró ni un solo centavo por la realización de este proyecto.
Posteriormente el arquitecto retornó a Eslovenia, donde siguió trabajando en la remodelación de su ciudad natal, Liubliana. Pero parte de su corazón la dejó en Praga. Jože Plečnik falleció en la capital eslovena el 7 de enero de 1957, a la edad de 84 años.
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