El anillo de sello de Comenio sigue pasando de generación en generación

Busto de Comenius, foto: Jiří Matějíček, Wikimedia Commons, CC BY-SA 3.0

Un anillo de sello que dio a su hija el famoso pedagogo y filósofo checo Jan Amos Komenský, Comenio, sigue supuestamente en propiedad de sus descendientes. A lo largo de los siglos, este objeto atravesó tres continentes y hoy es guardado como reliquia familiar.

El Monumento de la Biblia de Kralice,  foto: Irena Šarounová,  Archivo de ČRo

Durante muchos siglos los anillos de sello eran un objecto importante para identificarse. Se usaban estampando la firma del remitente en un sello de cera ya en el Imperio romano y en la Grecia antigua. Solían llevar grabado el escudo de las familias acaudaladas y la costumbre era transmitirlo a un heredero varón de la familia.

La prueba de que Comenius, nacido en 1592 y fallecido en 1670, poseía tal anillo se encuentra en el Monumento de la Biblia de Kralice, en la ciudad de Kralice nad Oslavou, en Bohemia del Este.

La Unidad de Brethren

El memorial está ubicado cerca de un fuerte que fue ocupado por la comunidad protestante de la Unidad de Brethren y utilizado como imprenta clandestina. Komenský mismo era miembro de este comunidad y su fe fue la razón por la cual tuvo que emigrar del Reino de Bohemia después de la batalla de la Montaña Blanca el 8 de noviembre de 1620.

Monika Doležalová, del Monumento de la Biblia de Kralice, explicó a la Radio Checa la razón por la que Comenius entregó el anillo a su hija Alžběta.

“Este objeto raro siempre era heredado por el hijo menor. Por entonces, no tenía hijo, así, el anillo fue otorgado a su hija.”

La hija del filósofo se casó con un hombre llamado Petr Jablonský, que luego cambió su apellido por Figulus. Durante siglos, su descendencia poseyó el anillo.

Jiří Viktor Figulus,  fuente: Archivo de la Academia de Ciencias checa

Uno de los documentos del Monumento de la Biblia de Kralice demuestra la existencia del anillo durante la Primera Guerra Mundial, cuando un tal Jiří Viktor Figulus recibió una carta de parte de un notario.

“Tengo un mensaje importante para usted, Sr. Figulus. Su último pariente ha muerto en los campos de batalla de Europa y usted es el último pariente masculino de su familia. Por lo tanto, el anillo de platino de Komenský le pertenece”.

El último heredero sobreviviente masculino de la familia de Figulus viajó por tanto a la recién creada Checoslovaquia. No obstante, se enteró de una condición para cualquier persona que aceptara la reliquia de familia, que detalla Monika Doležalová.

Monika Doležalová,  foto: Dáša Kubíková,  Archivo de ČRo

“El notario le entregó a un Figulus asombrado una declaración escrita que tenía que firmar. Decía que el anillo nunca debería dejar su mano, ni siquiera como aval en tiempos de necesidad”.

Figulus firmó el documento y se apoderó del anillo. Sin embargo, tampoco tuvo hijo y, por lo tanto, el anillo fue heredado por su hija Gerta, que vivía en Checoslovaquia y que se casó con un hombre llamado Ferdinand Kallik.

Los Kallik se marcharon de Checoslovaquia en 1946 y se mudaron a Sudáfrica, donde Gerta tenía parientes. Su familia se instaló finalmente en Estados Unidos.

En 1958, Gerta visitó Checoslovaquia. Las autoridades le preguntaron si el Estado podía hacer una copia del anillo. Gerta se enteró de que esto podía significar que cambiarían el original por la copia y se fue rápidamente del país.

El anillo fue entonces heredado por otro descendiente de la línea de Kallik que, según se informa, vive hoy en California.

Autores: Irena Šarounová , Carla Galas Alonso
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