Don Quijote en las tierras checas
"Es un Don Quijote" y "luchar contra los molinos de viento", dos expresiones relacionadas con la legendaria obra de Miguel de Cervantes que se consolidaron también en el uso de los que hablan el idioma checo, sin que alguien note su origen ajeno. No es de extrañar. "Don Quijote" se leía en las tierras checas ya en el siglo XVII, sus traducciones al checo son más de quince, y además se convirtió en una inagotable fuente de inspiración para pintores, poetas, músicos y otros artistas.
En vez de las dallas, chacoloteaban las armas. La Guerra de los Treinta Años empezó a tomar aire. En 1619 las tropas del campo católico conquistaron el castillo de Rozmberk, en Bohemia del Sur. Entre los conquistadores había un soldado español, el supuesto autor de la inscripción en castellano que se halla en la sala mayor del castillo. En la pared donde está representado el Curso de la vida, desde la cuna hasta la muerte, escribió: Vanse los amores, pierden los colores.
Un año después, en junio de 1620, apareció en las tierras checas la primera edición de Don Quijote. Su primer lector fue el cardenal Dietrichstein, oriundo de Madrid y español por línea materna, en cuya biblioteca de Mikulov, en Moravia del Sur, se encontraban numerosos impresos hispánicos.
En su correspondencia el cardenal Dietrichstein comparó con el caballero andante Don Quijote de la Mancha al rey protestante checo, Federico del Palatinado. El llamado Rey de Invierno fue perseguido por una serie de desastres, así como el héroe literario. En el trono checo pasó sólo un invierno, y después de la batalla perdida en la Montaña Blanca, del 8 de noviembre de 1620, tuvo que huir precipitadamente de Praga.
A lo largo del siglo XVII leían los checos la obra maestra de Cervantes en el original español, en el siglo XVIII en francés y en el XIX en alemán. La primera traducción directa de Don Quijote del español al checo fue publicada en 1866. Su autor es Josef Bojislav Pichl. Cada uno de los 52 capítulos del primer tomo de Don Quijote está introducido con grabados en madera del pintor checo Quido Mánes. Sus ilustraciones recuerdan en varios casos el paisaje checo.
De la traducción del segundo tomo el editor encargó a Kristian Stefan. Su traducción, publicada en 1868, está acompañada con decenas de ilustraciones de Karel Purkyne. Sus dibujos que al igual que en el caso de Quido Mánes representan la letra inicial de cada capítulo, son más robustos y espontáneos. Y como el pintor sentía una afición por la naturaleza muerta, estos motivos aparecen asimismo en sus ilustraciones de Don Quijote - un atado de cebollas en la pared o accesorios de tocador. No carece de interés el hecho de que al representar el aspecto de Sancho Panza, Purkyne eligió como modelo a sí mismo.
A lo largo del siglo XX desafiaron a Don Quijote más de diez traductores. Pero no fueron los únicos maestros de las letras en el ambiente checo que se apoderaron del tema donquijotesco.
El poeta modernista, Viktor Dyk, estrenó en el año 1913 una tragedia de cinco actos titulada "Vuelta a la razón de Don Quijote" (en checo: Zmoudrení Dona Quijota). El caballero de la Triste Figura estaba muy cercano al ánimo del autor checo. El Don Quijote de Viktor Dyk es una parábola romántica del hombre que persigue su anhelo inalcanzable a pesar de todo y todos, y muy difícilmente se conforma con la realidad de la vida humana.
Una de las diferencias básicas entre el drama del poeta checo y la novela de Cervantes consiste en el cambio del papel de los protagonistas y de su naturaleza. Sancho está más retirado y su lugar lo ocupan el cura y el barbero. El Don Quijote de Dyk adquiere más bien los rasgos de una persona que busca la verdad que de un caballero insensato.
En 1941, el novelista Frantisek Kozík escribió el drama "Don Quijote" viene (en checo: Don Quijote prichází). En esta obra Cervantes personifica al Quijote y el dramaturgo Lope de Vega encarna a Don Juan.
En el año 1958 Frantisek Kozík publicó la novela sobre Cervantes mismo. La tituló "El Caballero de la Triste Figura" (en checo: Rytír smutné postavy). En los diecisiete capítulos del libro prestan testimonio sobre Cervantes diecisiete personajes, sucesivamente.
En el año 1983, el hispanista Antonín Pridal, autor de la excelente traducción del Libro de buen amor de Juan Ruiz, puso en escena la "Comedia con el Quijote" (en checo: Komedie s Quijotem). Don Quijote actúa como director de la comedia, y otras veces se convierte en actor dirigido por los demás, por ejemplo por el Duque.
Don Quijote y su escudero Sancho Panza mueren sin llegar a entender el mundo, pero satisfechos por haber intentado conocerlo. La Comedia con el Quijote es una una comedia sobre el conocimiento de sí mismo.
Si Viktor Dyk escribió el drama Vuelta a la razón de Don Quijote, Martin Porubjak presentó en el año 1985 su drama "Vuelta a la razón de Sancho Panza" (en checo: Zmoudrení Sancha Panzy). Como ya revela el título de la obra, su autor centró su atención en el personaje de Sancho Panza.
Este ya no es el contrario de Don Quijote, sino su fiel amigo. En contacto con el caballero va creciendo intelectualmente y su lenguaje es cada bez más brioso. Dos veces aparece en el drama el motivo de la Piedad de Michelangelo - al principio y al final.
Primero Don Quijote se pone en el regazo el cuerpo ensangretado de Sancho Panza a quien lo había vapuleado el Labrador con brutalidad. Después, al contrario, es Sancho Panza quien pone el cuerpo muerto de Don Quijote en el regazo de la sobrina María y él mismo le cierra los ojos.
El tema de Don Quijote no pasó desapercibido ni para los músicos. En el año 1957, el compositor checo Jaroslav Doubrava presentó en el Teatro Janácek de Brno su ballet titulado "Don Quijote". Lo compuso sin haber conocido ni el ballet del mismo nombre del compositor húngaro Ludwig Minkus, cuyo estreno se celebró en el año 1869 en Moscú, ni la obra de Robert Gerhard presentada en 1950 en Londres.
Jaroslav Doubrava y su libretista Josef Bachtík escogieron de la novela de Cervantes los nueve episodios más expresivos. Es el final donde el ballet difiere de la obra original. Mientras que el héroe de Cervantes muere curado de sus manías caballerescas, en el ballet de Doubrava aparece en el reino de los ensueños añorando una vez más a Dulcinea.
Impulsado por el éxito de su ballet, Doubrava escogió cinco partes para la suite del mismo título. La fiesta en el Toboso o El extravío en la niebla son dos de los cinco movimientos de la suite. La danza en la venta es la parte en la que más se notan los vivos tonos de la música española popular.
Los tonos de la suite Don Quijote, interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Radio Checoslovaca bajo la batuta de Frantisek Vajnar, nos han acompañado a lo largo de todo este programa dedicado a la vida del Caballero de la Triste Figura en las tierras checas.
¡Miren cuidadosamente a su alrededor, amigos! Tal vez un tal Don Quijote viva al lado de Ustedes.