'Divokej Bill' emprende un viaje desde clubes vacíos hasta salas deportivas llenas
El grupo 'Divokej Bill', es decir, 'Bill, el Salvaje', que combina desde el country, el folk, el rock hasta el punk, se convirtió en una de las formaciones más populares checas. Los ocho músicos, que editaron este año su cuarto álbum, conquistan escaños más altos en las listas de popularidad y llenan las salas deportivas del país.
A pesar de que su último álbum titulado simplemente 'Divokej Bill', es más sofisticado y más calmado que sus anteriores discos, el grupo sigue apostando por canciones melódicas, rítmicas y de fácil interpretación.
"Antes intentábamos hacer música más complicada, pero después averiguamos que cuanto más simple sea la canción, es mejor", explica el líder del grupo, Vasek Bláha.
Los músicos de este grupo, formado en 1997, empezaron su carrera tocando en bares y en clubes pequeños, y nunca se les ocurrió que un día se convertirían en uno de los grupos más famosos del país. Los inicios fueron duros, de vez en cuando tocaron ante una sala casi vacía...
Pero a fines del los años noventa ganaron varias competiciones musicales y empezaron a tocar en festivales grandes. En 2000, lanzaron al mercado su primer disco, titulado 'Salvoconducto al infierno', que incluyó el éxito 'Lloraba', y este año realizaron una gira a la que asistieron decenas de miles de espectadores.
Además de los instrumentos típicos para el rock, los músicos procedentes de la aldea Úvaly, situada cerca de Praga utilizan, el banjo, el violín y el acordeón, lo que aproxima su sonido más a la música country y celta.
Algunos críticos musicales reprochan al grupo de ser lisonjero a la hora de componer sus canciones y al crear piezas bonitas a toda costa, pero ello es exactamente lo que el grupo pretende conseguir, o sea, ser una formación popular, que esté cerca de sus fans.
'Bill, el Salvaje' basó su presencia en no tener imagen ninguna, es decir, los integrantes del grupo intentan quedarse igual que antes sin tener actitudes de las grandes estrellas.
Incluso se puede decir que lo único que ha cambiado desde que empezaran su carrera musical es que abandonaron sus oficios anteriores, y en vez de trabajar como albañil, carpintero o cartero, hoy día se ganan la vida con la música.