Dimitri, la ópera más monumental de Dvořák
Dimitri. Bajo ese título lanzó el compositor Antonín Dvořák su obra más ambiciosa en cuanto al género “Gran Ópera” que fue estrenada en 1882. En la próxima media hora les ofreceremos fragmentos de esta obra.
Antonín Dvořák logró imponerse en el escenario musical internacional en los años 80 y 90 del siglo XIX, entre otros, gracias a sus Danzas Eslavas. El compositor tenía en mente una ópera ambiciosa con un argumento de proyección mundial. Al recibir la oferta de poner música al libreto Dimitri, de Marie Červinková-Riegrová, se entusiasmó de inmediato.
La obra se basa en un episodio de la historia rusa de la época de Dimitri el Falso, un monje que se hacía pasar por el hijo del emperador Iván IV.
El libreto tiene los signos típicos para una “Gran Ópera” en cuanto a la estructura y el protagonista principal, que acaba por convertirse en una víctima de la historia.
Dimitri es la ópera más monumental y más patética de Antonín Dvořák. Algunas partes son muy complicadas desde el punto de vista musical y la puesta en escena.
La obra fue estrenada con gran éxito el 8 de octubre de 1882 en Praga. Sin embargo, unos diez años más tarde la ópera fue escenificada en Viena, donde fracasó. Dvořák luego introdujo arreglos para simplificar la obra e incluso prohibió poner en escena su versión original.
La ópera se puede escuchar hasta hoy día en algunos teatros checos. Existen dos grabaciones de la misma: La primera data del año 1946 y fue reeditada en 2004 por el sello de la Radiodifusión Checa. La segunda fue grabada en 1989 por la discográfica Supraphon.
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