Diagnosticar el cáncer con una gota de sangre
Científicos checos están desarrollando un método que permitiría identificar la presencia de cáncer con solo un análisis de sangre. La exactitud de los test realizados supera el 90 % y brinda esperanza para los que se enfrentan a una de las batallas de salud más difíciles de ganar, el carcinoma del páncreas.
Confirmar la presencia del cáncer con un análisis de sangre aún no es posible, pero el científico de la Universidad de Pardubice Michal Holčapek y su equipo están haciendo todo lo posible para hacer realidad este método que ayudaría a descubrir más temprano carcinomas tan fatales como el del páncreas.
Holčapek, quien figura entre los 60 químicos analíticos más destacados del mundo de acuerdo con la prestigiosa revista The Analytical Scientist, se ha dedicado toda su carrera al estudio de los lípidos. Y estos se han convertido en la clave de una investigación que podría revolucionar la oncología, según explicó en entrevista con la Radio Checa.
“Nuestro método se basa en la suposición de que cuándo comparamos una célula sana y una célula cancerosa, podemos ver las diferencias. La membrana lipídica de las células y su composición son distintas en este caso. Y nosotros supusimos que estas diferencias podrían manifestarse también en la composición de fluidos corporales como la sangre o la orina. Y logramos confirmarlo”.
La idea de que los lípidos podrían ser la clave del éxito, se le ocurrió a Holčapek en base a que la proliferación del tumor ocasiona una división incontrolada de las células. Y a medida de que el tumor crece, necesita más y más ‘material de construcción’ para desarrollarse. Y los lípidos son precisamente este material.
El proceso del desarrollo del método es muy complejo, al igual que su posterior puesta en práctica. Por eso el equipo de Michal Holčapek ha decidido dedicar particular atención al carcinoma de páncreas, aunque no deja de seguir también el potencial diagnóstico del método en otros tipos de cáncer.
“Nos dedicamos a todos los carcinomas, pero los resultados en el caso del cáncer de páncreas son los más prometedores. Posiblemente porque el pronóstico para los pacientes con este tipo de cáncer es el peor, los cambios que suceden en el organismo son los más marcados. Pero analizamos también otros carcinomas, de riñón, de mama o de próstata, y los resultados demuestran que las irregularidades en los lípidos son iguales. Y lo interesante es que el método sigue siendo el mismo, por lo que el método podría servir para detectar todos los tipos de cáncer al mismo tiempo”.
La exactitud de los resultados obtenidos por el equipo de Holčapek en el caso particular del cáncer de páncreas se sitúa entre el 90 y el 95%. En el caso de otros tipos de carcinomas es levemente menor, en unos cinco o diez puntos porcentuales.
A pesar de que la tasa de éxito del nuevo método puede parecer alta, de acuerdo con Holčapek es cuestión de perspectiva. Porque, en el caso de algo tan serio como el diagnóstico del cáncer, hasta un mínimo índice de error es problemático.
“Si tomamos 100 000 análisis y contamos con una exactitud del 90 %, esto significa que 10 000 resultados serán erróneos. Y esto es un problema, porque decirle a alguien que tiene cáncer de páncreas supone una carga psicológica enorme. Debemos asegurarnos de que esto pase en el mínimo absoluto de los casos. Pero hay que darse cuenta también de que muchos de los métodos médicos utilizados que conocemos y que creemos absolutos, no lo son. Pero esto no impide que funcionen y sean útiles”.
Cada vez que su investigación aparece en los medios de comunicación, el equipo de Holčapek se ve contactado por numerosas personas que piden ayuda. No obstante, el científico afirma que hacerlo no solo violaría las reglas éticas y científicas, sino que ese no es siquiera el objetivo del método.
El nuevo método debería constituir solo un primer paso en el tratamiento del cáncer. Formará parte del screening, o diagnóstico precoz, y, en caso idóneo, debería ayudar a mejorar las expectativas de numerosos pacientes. Holčapek enfatiza que del diagnóstico deberá encargarse siempre un médico especialista. Este tomará los resultados del test, al igual que de otras pruebas como la resonancia magnética o la tomografía computarizada, y en base a ello decidirá si el diagnóstico es positivo o negativo.
Lo que supone el método de Holčapek y su equipo es una esperanza de que será posible detectar el cáncer más temprano. Sobre todo en el caso del cáncer de páncreas esto sería muy alentador, dado que las expectativas de supervivencia son muy bajas una vez diagnosticado el cáncer.
Para que realmente pueda convertirse en parte del día a día de la medicina, el método de Holčapek tiene todavía un largo camino por delante. En estos momentos el equipo se está preparando para la validación clínica, es decir, que tendrá que demostrar que el test realmente funciona, según cuenta el científico.
“Los médicos solo pueden utilizar procedimientos que son autorizados y recomendados, por ejemplo, por la Sociedad Oncológica Checa. La medicina es un ámbito muy conservador, por razones lógicas y entendibles. Así que uno realmente debe convencer a la comunidad científica de que está brindando algo funcional y beneficioso. Solo después puede recibir las recomendaciones necesarias”.
Los científicos han analizado y siguen analizando miles de pruebas en diferentes países y laboratorios y en colaboración con socios nacionales e internacionales. Holčapek tiene plena confianza en que el método será exitoso.
El método recibió la patente europea en octubre de 2020, tras solo dos años y medio, un plazo muy corto de acuerdo con Holčapek. Su trabajo ahora se ve protegido no solo en Europa, sino también en Estados Unidos o Japón. Además, la patente le permite ganar patrocinadores, actores clave en cada innovación médica o científica, ya que sus inversiones permiten que se complete el desarrollo. Si todo va bien, su confianza y clarividencia se verán compensadas una vez que el método se abra camino en el mercado.
En estos momentos, la Universidad de Pardubice está negociando con una compañía de la misma ciudad la posibilidad de crear una empresa spin-off, es decir, una que nace como extensión de un proyecto. Este tipo de colaboración todavía no es muy corriente en Chequia, de acuerdo con Holčapek, solo las universidades más grandes, como la Universidad Carolina de Praga y la Universidad Masaryk de Brno, cuentan con similares proyectos.
Holčapek afirma que espera ver resultados tangibles dentro de un plazo de cinco años y se prepara para la publicación de artículos sobre su método en revistas científicas de máximo renombre. También invita a químicos analíticos con interés en espectrometría de masas y cromatografía a que se unan al equipo. Están en búsqueda de nuevos miembros que ayuden a completar un proyecto que podría salvar la vida a numerosas personas.