Después de 30 años sin Cortina de Hierro los checos buscan nuevos rumbos

Foto: ČTK/Vít Šimánek

Tres décadas después de la Revolución de Terciopelo que acabó con el comunismo, la sociedad checa necesita de nuevos impulsos. En eso coincidieron los principales panelistas de la conferencia internacional “Europa sin Cortina de Hierro, 30 años de Libertad“, organizada este lunes por la emisora Český Rozhlas Plus de la Radio Checa.

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Hace 30 años atrás, en 1989, los países del este y centro de Europa emprendieron el camino hacia la libertad y la democracia. Se trató de una verdadera hazaña, porque hasta ese momento el mundo conocía el proceso contrario, cuando la libertad y la democracia se sustituían con dictaduras.

“Lo que necesitamos son nuevas metáforas, imágenes reales de la actualidad, no imágenes bolcheviques románticas”

Antiguos disidentes anticomunistas, el expresidente Václav Klaus, la antigua diplomática Magda Vášaryová, el economista Tomáš Sedláček y el juez constitucional Pavel Rychetský, entre otros, atendieron la solicitud de la Radio Checa y debatieron este lunes sobre lo que han significado estos 30 años de libertad y democracia en la República Checa.

Václav Klaus,   foto: ČTK/Vít Šimánek
Todos los oradores coincidieron en el aporte fundamental y positivo de la Revolución de Terciopelo que acabó con el régimen totalitario checoslovaco. Pero a la hora de evaluar la situación actual muchos de ellos constataron que la sociedad carece de rumbo en este momento.

La antigua diplomática Magda Vášaryová recalcó que los ciudadanos necesitan nuevas metáforas, nuevas utopías que los impulsen hacia adelante.

“Lo que necesitamos son nuevas metáforas, imágenes reales de la actualidad, no imágenes bolcheviques románticas”.

Al analizar la situación actual de la sociedad checa, el economista Tomáš Sedláček también hizo énfasis en la falta de objetivos en la sociedad.

“En caso de que los filósofos, artistas, poetas, etc. no sean capaces de ofrecer un objetivo, que dicho sea de paso deben ser ellos, porque algo así no podemos esperar de los políticos, estaríamos condenados a volver a aquellos sistemas que nunca funcionaron”.

Los panelistas insistieron en que a pesar de las dificultades que deparó la construcción de un estado libre de estructuras totalitarias existía una dirección, un rumbo a seguir, matizó Sedláček.

“En caso de que los filósofos, artistas, poetas, etc. no sean capaces de ofrecer un objetivo, estaríamos condenados a volver a aquellos sistemas que nunca funcionaron”

“En los años 90 se cometieron muchos errores, hasta cosas malas, pero teníamos un objetivo, hoy no sabemos cuál es nuestro norte. A pesar de los errores de aquella época la vida era más interesante precisamente porque teníamos objetivos”.

El antiguo disidente anticomunista, hoy juez constitucional Pavel Rychetský hizo énfasis en que es necesaria una mayor emancipación de la sociedad civil, en la restauración de la soberanía de los ciudadanos y en el cumplimiento del principio de que los representantes políticos deben servir a los intereses de la nación y del bien público.

Los asistentes a la conferencia internacional, entre ellos el disidente anticomunista polaco Adam Michnik, el politólogo estadounidense Yasha Mounk y la periodista ruso-americana Julia Ioffe advirtieron ante los nuevos peligros que se ciernen sobre la democracia, amenazada por el populismo y el extremismo.

Foto: ČTK/Vít Šimánek