Deportivos y coches de lujo, un mercado creciente en Chequia
Los últimos datos hablan del crecimiento de un mercado minoritario pero bien exclusivo dentro del sector automovilístico.
Hablar de Chequia supone hacerlo también de automovilismo. El país cuenta con una amplia tradición en este sector avalada, por ejemplo, por empresas de reconocido prestigio como la célebre Škoda Auto.
En esta línea, el mercado automotriz nacional evoluciona en muy diversos frentes, entre los que destaca el que se refiere a los autos deportivos y de lujo.
La venta de este tipo de vehículos aumentó un 37% hasta alcanzar los 787 en los cuatro primeros meses de este año, según datos de la Asociación de Importadores de Automóviles. Estos destacan que el mercado de los vehículos deportivos y de lujo crece a un mayor ritmo que el de la automoción en términos generales, aunque, eso sí, continúa siendo tan exclusivo como minoritario, representando apenas un 1% de los vehículos nuevos vendidos en el país.
La marca más popular es Porsche, que vendió 248 vehículos en la República Checa el presente curso. Otros 46 fueron vendidos por Ferrari, mientras que Lamborghini selló 27 ventas, firmando un vertiginoso aumento del 80%.
También destacan las 130 unidades vendidas del Mercedes S, por delante de la serie BMW 7, mientras que dentro de los autos deportivos destaca el BMW 4, con 83 unidades vendidas, así como el Porsche 911 y el Subaru BRZ compartiendo el segundo lugar.
Por otro lado, cabe mencionar el importante peso del mercado de segunda mano, y es que una gran parte de estos automóviles llegan a los clientes checos como usados. Este año, por ejemplo, los checos importaron 298 Porsche de segunda mano, 48 Ferrari, 19 Lamborghini o diez Rolls-Royce de segunda mano. Algunos de ellos son coches que amplían las colecciones de coleccionistas o inversores nacionales.
“A diferencia de otras inversiones alternativas, se debe elegir un automóvil con mucho cuidado, especialmente debido a su condición. Un automóvil no es un objeto estático, debe moverse, de lo contrario se marchita. Y eso cuesta algo”, advirtió František Vahala, curador de la colección Portu Galera.