De enfermeras a francotiradoras. La historia de las mujeres checoslovacas que lucharon en la Segundad Guerra Mundial

Mujeres checoslovacas dirigidas por el general Svoboda

Miles de mujeres se alistaron en la unidades checoslovacas en el frente oriental en la Segunda Guera Mundial. Sin embargo, su papel en la lucha contra el nazismo no suele ser mencionado.

En enero de 1942, la radio soviética emitió una llamada a los ciudadanos checoslovacos en la URSS para alistarse en la nueva unidad militar checoslovaca formada en Buzuluk, en la Rusia meridional. Los voluntarios, incluidas mujeres, comenzaron rápidamente a llegar a Buzuluk de todas las partes de la Unión Soviética. Entre 1942 y 1945, más de 60 000 personas se unieron a las unidades checoslovacas en el frente oriental. Los historiadores Alena Flimelová y Roman Štér han investigado durante años sobre las desconocidas historias de las mujeres voluntarias. Flimelová declara que se desconoce el número exacto de mujeres que se unieron a las unidades militares.

Mujeres en el batallón checoslovaco en Buzuluk en 1942 | Foto:  Vojenský historický ústav

“Durante nuestra investigación, hemos encontrado los nombres de 1151 mujeres que estuvieron en las fuerzas checoslovacas en el frente oriental. Sin embargo, no creemos que este sea el número real, ya que algunos nombres en las bases de datos se superponen. Algunas mujeres se habrían casado y cambiaron su nombre, lo que haría que se contaran dos veces”.

Muchas mujeres que llegaron a Buzuluk ya habían emigrado a la Unión Soviética tras la anexión de Checoslovaquia por parte de los nazis en 1939. Muchas de las primeras voluntarias eran checoslovacas judías o rutenias subcarpárticas que habían sido encarceladas en los campos de trabajo forzoso soviéticos, o gulags. En 1942, fueron liberadas por las autoridades soviéticas y con permiso de alistarse en las unidades checoslovacas. Miembros de las comunidades de habla checa asentadas históricamente en territorio soviético, como los checos de Volinia, también fueron una parte importante de las fuerzas checoslovacas.

Las mujeres que se unieron a las unidades checoslovacas estaban generalmente entusiasmadas por ser voluntarias, incluso si eso significaba poner su vida en peligro. El historiador Roman Štér habló para la Radio Checa sobre las razones por las cuales se unían al frente.

Cuartel general del ejército en Buzuluk | Foto: Post Bellum

“Uno de los principales motivos, especialmente para las checas de Volinia, era el patriotismo. Otras estaban esperando obtener venganza o contribuir a la derrota del fascismo, lo que veían como el mayor mal posible. Pero claro, también había razones románticas, como enamorarse de un soldado. Muchas mujeres se sentían atraídas por las fotos de los soldados en los periódicos. Algunas de ellas se unieron sin realmente pensarlo o sin leer nada. Por otro lado, otras sí tenían una clara motivación por entrar en la unidad. Por ejemplo, la teniente coronel Irena Malínská me comentó que se unió porque así podía cuidar de soldados heridos”.

En el transcurso de 1942, las voluntarias de Buzuluk pasaron un entrenamiento básico y se prepararon para entrar en combate junto al Ejército Rojo. La armada soviética permitió a las mujeres alistarse por primera vez en 1941. Ocuparon diferentes posiciones, sirviendo como artilleras antiaéreas, francotiradoras, operadoras de metralladoras, pilotos o incluso conductoras de tanques. Alena Flimelová explica que, por el contrario, los comandantes checoslovacos en el frente occidental no esperaban que las mujeres tuvieran un papel más importante en combate.

Roman Štér | Foto: Ejército Checo

“Cuando se formó la unidad militar checoslovaca en la URSS en 1942, se estableció según la legislación prebélica checoslovaca, la cual no permitía a las mujeres unirse al ejército. Al mismo tiempo, más y más mujeres llegaban a Buzuluk esperando alistarse. Quedó claro que los comandantes checoslovacos tendrían que lidiar de algún modo con la situación. Las mujeres comenzaron a alistarse espontáneamente bajo la responsabilidad personal de Ludvík Svoboda, el comandante de la formación. Las mujeres eran entrenadas principalmente en funciones de apoyo, como enfermeras o cocineras. Dos chicas también recibieron entrenamiento de francotiradoras”.

Las dos mujeres francotiradoras eran Vanda Biněvská y Marie Ljalková. Ambas llegaron a convertirse en dos de las veteranas más famosas de las unidades checoslovacas. Se dice que Ljalková acumuló más de treinta muertes en el campo de batalla. Alena Flimelová explica cómo las dos jóvenes se convirtieron en francotiradoras.

Mujeres checoslovacas en el cuerpo auxiliar británico | Foto: Instituto Militar de Historia

“Fue una coincidencia porque Marie Ljalková nació como ucraniana y se casó con un ruteno subcarpártico que huyó a la Unión Soviética en 1939. Por su matrimonio recibió la ciudadanía checoslovaca y entró en la unidad. En un principio fue entrenada para ser enfermera. El oficial a cargo vió que Ljalková sobresalía en el entrenamiento y la colocó en el curso de francotiradores. Pasó lo mismo con Vanda Biněvská. Las chicas debían dar en el blanco al menos una vez en tres intentos. Ambas dieron en el blanco tres veces seguidas y, por lo tanto, fueron elegidas para el entrenamiento de francotiradores”.

En 1943, las tropas checoslovacas entraron en combate por primera vez. En la Batalla de Sokolovo, se enfrentaron a las fuerzas alemanas que avanzaban hacia la cercana ciudad de Járkiv. Mientras la unidad checoslovaca luchaba para acabar con el ataque alemán, las enfermeras trabajaban sin descanso rescatando heridos. Alena Flimelová explica que, después de Sokolovo, la unidad checoslovaca cambió su opinión sobre desplegar mujeres en el campo de batalla.

Marie Ljalková-Lastovecká | Foto: Instituto Militar de Historia

“La Batalla de Sokolovo fue el primer depsliegue en combate de las unidades checoslovacas, incluidas las mujeres. Es importante mencionar que, en Sokolovo, el comando militar checoslovaco aún no había decidido realmente cómo quería usar la sección femenina. Durante la batalla, las enfermeras podían operar en el frente. Aunque solo una resultó herida y ninguna murió, el comando decidió después que este tipo de despliegue era demasiado arriesgado. Entonces, después de Sokolovo, a las mujeres ya no se les permitió ir al frente”.

Además de las dos francotiradoras, las mujeres soldados fueron apartadas del enfrentamiento directo después de esta batalla. Sin embargo, las mujeres casi volvieron al frente en la Batalla del paso de Dukla en 1944. Durante este gran choque en la actual frontera noreste de Eslovaquia, toda la unidad checoslovaca cayó bajo el ataque mortal alemán. Cinco mujeres, incluidas tres controladoras de tráfico y dos artilleras antiaéreas, murieron por las heridas causadas por metralla. Son las únicas muertes documentadas en combate de mujeres checoslovacas en la Segunda Guerra Mundial.

Mujeres en  el Cuerpo Auxiliar Británico

La situación de las mujeres soldados checoslovacas en Gran Bretaña era más complicada, ya que el gobierno checoslovaco en el exilio con sede en Londres no permitía a las mujeres alistarse a las unidades checoslovacas formadas en Reino Unido. La historiadora Karolína Stegurová explica que las mujeres checoslovacas que querían involucrarse en la guerra con Gran Bretaña lo tenían que hacer ingresando en el cuerpo auxiliar del ejército británico.

Karolína Stegurová y Alena Flimelová | Foto: Academia de Ciencias

“Debido al bajo número de alistamientos, los británicos comenzaron a permitir a ciudadanos extranjeros unirse a los cuerpos auxiliares del ejército británico en 1941. Las condiciones de entrada de las mujeres eran siempre negociadas con sus respectivos gobiernos en el exilio. Las voluntarias extranjeras podían servir directamente al ejército británico o podían formar su propia unidad nacional que sería independiente de los británicos. Esto último pasó por ejemplo en Francia, Polonia o Noruega. En cambio, el gobierno checoslovaco solo acordó con los británicos las condiciones de las mujeres checoslovacas que podían entrar en el cuerpo auxiliar británico. Sin embargo, no se preocuparon mucho después de eso. Mientras accedieron a crear una formación nacional independiente si había suficientes mujeres voluntarias, no hiceron nada por llevar un recuento de cuántas voluntarias se alistaron”.

La razón oficial dada por el gobierno a la negativa de las unidades checoslovacas a permitir a las mujeres alistarse a las tropas fue que esto supondría tener que modificar la legislación prebélica, la cual solo permitía alistarse a los hombres. En realidad, los generales checoslovacos querían ocupar las funciones de apoyo con hombres que no tenían condiciones físicas para entrar en combate.

Las mujeres checoslovacas trabajaron para los aliados en los campos de batalla del norte de África,  por ejemplo,  como reparadoras. | Foto: Instituto Militar de Historia

El fallo de las autoridades checoslovacas de no contabilizar las mujeres que lucharon con los británicos hace difícil determinar cuántas fueron con exactitud. Karolína Stegurová estima que el número aproximado es de unas 200 mujeres. En el Ejército Británico y la Real Fuerza Aérea ocuparon distintos puestos, en su mayoría conductoras, intérpretes y meteorólogas.

Se ha estimado que más de 119 mujeres checoslovacas combatieron con el Ejército Británico en Medio Oriente. Muchas de ellas eran judías que habían emigrado a la Palestina británica poco antes o inmediatamente después del estallido de la guerra. Un contigente de unas 30 mujeres checoslovacas fueron llevadas a Tell El Kebir, una base en el desierto a unos 110 kilómetros al noreste de El Cairo.

Allí, las mujeres checoslovacas servían en su mayoría como oficinistas, mecánicas o conductoras. El pelotón de conductoras tenía como orden principal transportar material desde los puertos del Mar Rojo al frente. Fue dirigido por la capitana Edita Zochovická, originaria de Eslovaquia y de origen judío, Zochovická fue la primera mujer checoslovaca en convertirse en oficial militar durante la Segunda Guerra Mundial. Después del conflicto, recibió numerosas condecoraciones por su servicio.

El-Kebir | Foto: Instituto Militar de Historia

El hecho de que las mujeres checoslovacas estuvieran directamente bajo el mando del ejército británico, hizo que su vuelta a casa se retasara hasta el final del conflicto.

“La Armada británica tenía la misión de estar desplegada hasta que la guerra terminara oficialmente, cosa que ocurrió en septiembre de 1945. Por lo que las mujeres checoslovacas estuvieron en el Medio Oriente hasta finales de 1945. Después de ello comenzaron a ser repatriadas por las autoridades checoslovacas y llegaron a casa en marzo de 1946”.

Persecución de posguerra

Los años de la posguerra en Checoslovaquia fueron tiempos difíciles para los hombres y mujeres veteranas. El régimen comunista que fue establecido en 1948 vió a Gran Bretaña como un enemigo y empezó a perseguir a aquellos que estuvieron en las fuerzas occidentales. A pesar de que la falta de una lista completa de las checoslovacas que habían servido en el cuerpo auxiliar británico pudo haber limitado el alcance de la represión, las mujeres en servicio conocidas fueron puestas en la diana del hostigamiento del estado. Por ejemplo, Edita Zochovická fue despedida de un trabajo en el Ministerio de Asuntos Exteriores checoslovaco y forzada a tomar una serie de trabajos no cualificados. Emigró a Suiza en 1968. Algunas veteranas fueron incluso sentenciadas a trabajos forzosos en las minas de uranio de Jáchymov. A pesar de haber servido en el “bando correcto”, la situación no fue mucho mejor para las numerosas mujeres que volvieron de la Unión Soviética. Aquellas que habían estado en los gulag eran vistas como potenciales oponentes políticos y fueron también perseguidas.

Edita Zochovická  (primera a la izquierda,  de pie) con mujeres conductoras | Foto: Academia publishing

La historia de las mujeres checoslovacas que participaron en la Segunda Guerra Mundial fue por un largo tiempo olvidada por los historiadores. Publicado en 2021 por Alena Flimelová y Roman Štér, el libro A la sombra de los hombres: las mujeres en las unidades checoslovacas en el Frente Oriental en los años 1942-1945 es el primer monográfico completo de este tema. Mientras tanto, el papel de las mujeres soldados checoslovacas en Gran Bretaña y Medio Oriente fue recientemente relatado en el libro de Karolíná Stegurová Las mujeres también querían luchar: checoslovacas en el cuerpo auxiliar británico.

Autores: Nad'a Reliláková , Paula González
palabra clave:
audio