Dagmar Pecková, la mezzosoprano que interpreta a las chicas mal portadas
La mezzosoprano Dagmar Pecková es una de las voces checas de mayor resonancia a nivel mundial. Como ocurre en muchas ocasiones, también ella, fue primero aceptada y reconocida más allá de las fronteras de su tierra natal. Cuando regresó a su país ya era una estrella.
Gracias a sus magníficos papeles e interpretaciones se presentó con éxito en varias ciudades alemanas.
Además de percibir la vibración de las grandes salas europeas vendidas hasta el último lugar, Pecková inició pronto viajes a ultramar. Fue recibida por lo más alto en la Carnegie Hall de Nueva York. Fue un éxito rotundo según escribió la crítica.
De vuelta en el Viejo Continente recibió un mar de ofertas, y se presentó en Holanda, Ginebra, París, Londres, etc.El primer disco de Dagmar Pecková, según se indica en su página oficial de Internet, salió al mercado en 1994 y se trató de la Sinfonietta N° 4 de Klement Slavický. De ese mismo año son dos discos con obras del compositor Leoš Janáček y uno de Mozart.
En sus grabaciones y conciertos Dagmar Pecková se ve siempre acompañada por grandes directores como, por ejemplo, Bělohlávek, Davies, Mackerras, Nagano, Pešek o Neumann, que dirigen orquestas como la Sinfónica de Londres, la Orquesta Filarmónica de Múnich o la Sinfónica de Praga.
La espléndida voz de Pecková ha contado siempre con la compañía de las mejores orquestas y directores, y así ha sido también su variopinto repertorio en el que no faltan obras de compositores checos como Dvořák, Mahler, Janáček y Eben. Entre otros compositores podemos mencionar a Wagner, Schuman, Liszt y a Schönberg.
Del año 2003 es el disco Pecková Las Mejores Arias, que representa un extraordinario recopilatorio de esta gran mezzosoprano checa.Un disco especial y de gran acogida fue el lanzado al mercado en 2013. Dagmar Pecková que con frecuencia cambia de ‘look’ unas vece con cabello largo, después corto, para contrastar con colores y peinados diversos, escogió arias en las que las protagonistas eran mujeres digamos… mal portadas, con el pecado como denominador común.
Se trató de un disco cargado de pecados, pero también de perdón. Pecková mostró los tormentosos destinos de María Magdalena, Herodías, Dalila. Medea, Electra o Salomé.
En un comentario para la prensa, Pecková sostuvo que la voz de toda mezzosoprano, gracias a su color, intensidad y variedad, incita al pecado.