Czech Please: Praga ofrece muchas opciones alimenticias exquisitas a escala mundial
Brewsta es el pseudónimo del bloguero de Czech Please, que lleva más de una década evaluando la comida praguense y es uno de los más seguidos en Chequia.
Brewsta, Czech Please se ha convertido en uno de los blogueros angloparlantes de comida más populares y seguidos de la República Checa. Radio Praga Internacional habló con él sobre sus actividades.
Llegó a Praga por primera vez en 1995 con el fin de visitar a una amiga checa que había conocido en Estados Unidos. En aquel entonces, le gusto la ciudad, pero su mudanza definitiva ocurrió en 1999. Afirmó que siempre ha tenido una pasión particular por la comida.
“Siempre he tenido un gran interés por los diferentes tipos de cocina, especialmente en restaurantes. También cocino, pero me fascinan más los restaurantes, por ejemplo, la manera en la que opera todo, cómo funciona la cocina, su atmósfera y el negocio como tal. Simplemente, me provoca mucha curiosidad”.
Brewsta explicó que durante los años 90 había pocos restaurantes sofisticados o de lujo en Praga. Uno de ellos era Kampa Park, donde servían unos de los platos principales más costosos de toda la ciudad. Otros sitios emblemáticos eran los restaurantes Pravda y Barock. El bloguero recalcó que, en comparación con los precios de entonces en Estados Unidos, comer en Praga era bastante barato.
Los restaurantes locales, según acotó, no han cambiado mucho con el tiempo. Ha frecuentado restaurantes no sólo en Praga, sino también en Brno y siempre encontraba platos fantásticos, dice. En cuestión del servicio, afirmó que no se acuerda de muchas situaciones negativas.
Asimismo, el autor describió cómo empezó su carrera de bloguero.
“En 2007, estaba buscando algún espacio creativo, ya que me quería expresar a través de la escritura. También tenía que ser algo satisfactorio para mí. Leía muchos blogs entonces. Algunos de ellos eran demasiado personales y a mí no me apetecía publicar cosas personales en internet. Un día, me topé con un artículo en The New York Times sobre blogueros que escribían de restaurantes en Nueva York. Me dije, me encantan los restaurantes, me gusta escribir. Comenzaré a documentar lo que como”.
Brewsta prosiguió que ya había blogueros que lo hacían en checo, pero no vio ninguno en inglés, así que se considera el primer angloparlante en hacerlo. Recuerda cómo creó su cuenta en Blogspot y empezó a escribir historias de sus cenas con amigos y compañeros y a veces agregaba fotos al texto. Los éxitos no tardaron, comenzó a recibir muchos comentarios positivos. El autor explicó, asimismo, por qué decidió usar un pseudónimo.
“Lo pensé muy cuidadosamente y me di cuenta de que los blogs que disfrutaba más eran anónimos. Uno de ellos era un portero de Nueva York que relataba sobre su experiencia como portero en Nueva York. Otro era de un abogado que contaba historias interesantes de la firma legal donde trabajaba. Lo hacía de tal forma que el anonimato resultaba indispensable. Me gustó el misterio que encierra el anonimato”.
El bloguero confesó que la idea de revelar su identidad ha cruzado su mente muchas veces. Una de las ventajas sería que su contenido obtendría más atención. Sin embargo, la desventaja de despedirse de su privacidad lo ha desalentado a dar este paso.
Brewsta admitió que por motivos de salud tuvo que suspender una de sus secciones más populares. Se trata de la lista de clasificación “best burgers of the year” (“las mejores hamburguesas del año” en español) que gozaba de un enorme éxito. Sin embargo, sus niveles de colesterol subieron y durante la pandemia de COVID decidió poner una pausa a la sección, pero luego jamás volvió a reiniciarla.
El escritor también comparó Praga con otras ciudades grandes como Nueva York, París o Ámsterdam. Su opinión es que la capital checa tiene muchas opciones exquisitas a escala mundial.
Aunque entre sus lugares preferidos son las pastelerías o los sitios que ofrecen hamburguesas, Brewsta recalcó que tiene platos favoritos de la cocina checa como la svíčková, el řízek (milanesa) o la koprovka.
“Me gusta la comida checa, porque llevo mucho tiempo aquí, pero es muy pesada. Por eso, habitualmente no es lo primero que se me ocurre cuando salgo a comer,” acotó.
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