Croacia, un destino que es tradición para los checos, pero cada vez más caro

Los turistas en Dubrovnik, Croacia

En torno a un millón de checos visitarán Croacia este año, muchos de ellos en lo que será un verano que podría batir todos los registros en cuanto a precios.

Croacia es desde hace ya décadas uno de los destinos favoritos de los checos para vacacionar. La tradición de viajar a la costa adriática se remonta a la Primera República y, en la actualidad, en torno a un millón de checos la visitan cada año.

Ahora, aunque lejos de desaparecer este ‘idilio vacacional’ entre los checos y Croacia, resulta cada vez mucho menos asequible.

"Definitivamente ya no es un destino de vacaciones barato", señalan desde la agencia de viajes Travel Family.

Foto ilustrativa: skeeze,  Pixabay,  Pixabay License

Algunos destinos turísticos de Croacia han sido noticia en los últimos días ante el gran aumento de precios registrados en ellos, así como por los nuevos cargos por servicios que, tradicionalmente, eran gratuitos.

Desde duchas de pago en las playas, hasta helados por tres euros o destinos donde los almuerzos más baratos ya superan los ocho euros por persona. Lo que está claro es que este año Croacia será más cara para los checos.

"Principalmente como resultado de la inflación, que ronda el 9% en Croacia, y esa es la cifra mínima en la que aumentaron los precios de los servicios y la comida", señalan desde Travel Agency.

Precisamente, los aumentos de precios y el complejo proceso de adopción del euro, iniciado el 1 de enero de este año, se han convertido en los grandes asuntos de la política del país.

“Según datos del Banco Nacional de Croacia, el cambio al euro tiene solo un efecto mínimo en el nivel de precios. Está al nivel de la media de otros países que se han incorporado a la Eurozona. El interés masivo en la costa croata lógicamente da lugar a aumentos de precios. Pero eso no significa que los precios subirán en todos los ámbitos”, defendió Veljko Ostojić, director de la Asociación de Turismo de Croacia.

Con todo, las previsiones señalan que se avecina un verano de cifras récord en términos de ocupación hotelera para el país. Solo entre enero y mayo del presente curso, las pernoctaciones aumentaron un 27% con respecto a 2022.