Crema para untar de chicharrones, una poderosa arma contra la resaca

Untada sobre una rebanada de pan fresco, la crema de chicharrones deleita el paladar de más de un amante de la cerveza y el vino.

“Ni demasiado blando ni demasiado duro. No debe crujir, esto significaría que está quemado. Se tiene que derretir en la lengua sin la sensación de que la grasa cae por la barbilla”. Así quedó descrito el chicharrón ideal en la famosa novela El buen soldado Švejk, del escritor checo Jaroslav Hašek.

Los chicharrones son los restos de tejido después de cocer la grasa de un animal. En la República Checa, los chicharrones se elaboran, sobre todo, de la grasa de cerdo que proviene de la espalda o la cavidad abdominal.

El renacimiento de la manteca

La manteca de cerdo representaba en las cocinas checas la grasa animal más utilizada. No obstante, hace poco más de medio siglo, cayó en la lista negra como resultado de conclusiones científicas y recomendaciones nutricionales.

Foto: Josef Kubát,  Český rozhlas

Últimamente, cada vez más especialistas en nutrición retiran esta condena, coincidiendo en que la manteca es una grasa natural más sana que otros alimentos de origen incierto y que en cantidades limitadas no es dañina. Además, con la actual tendencia de regresar a los ingredientes tradicionales, la manteca experimenta un renacimiento en las cocinas checas.

Los chicharrones, o torreznos, se elaboran especialmente durante las matanzas, que se celebran tradicionalmente en invierno, precediendo al largo ayuno de Pascua. En el pasado, el objetivo principal de las matanzas no era solamente obtener y ahumar la carne, sino también sacar la manteca y conservarla para el resto del año.

Para cremas, tortas y galletas

Los chicharrones se utilizaban como base para cremas, tortas y masas para elaborar dulces navideños. Su preparación casera es sencilla. La manteca se corta en cubos y se cuece en una olla con un poco de agua a fuego lento durante unos 30 minutos. En cuanto los chicharrones se pongan dorados, se retiran de fuego, se escurren y salan ligeramente.

Škvarky - los chicharrones | Foto: pyker,  Pixabay,  Pixabay License

Uno de los platos con chicharrones más populares de la gastronomía checa es la crema para untar. Esta delicia se prepara de chicharrones molidos con un molinillo de carne o una batidora, mezclados con huevo duro cortado en dados, cebolla y pepinillo picados al gusto. Finalmente se agrega una cucharada de mayonesa, un poco de mostaza, sal y pimienta. Dejamos que la crema se enfríe en la nevera y la servimos untada sobre pan fresco.

Los chicharrones representan un acompañamiento prácticamente indispensable durante las catas de vino en las bodegas de Moravia del Sur y aparecen en el menú de numerosas cervecerías.

Como las grasas y las proteínas retardan la absorción de alcohol en el torrente sanguíneo, en Chequia circula un dicho popular que la crema de chicharrones ayuda a disminuir la resaca después de tomar más vino o cerveza de la cuenta.

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