Crece el número de alumnos checos que podrían tener que repetir curso
Crece el número de alumnos de primaria que tendrían que repetir curso como resultado de la pandemia. Los escolares no nativos y de familias desfavorecidas son los más vulnerables.
No existe en el mundo el sector que no haya sufrido en mayor o menor medida los efectos de la pandemia. En este caso, el sistema educativo checo comienza a arrojar cifras que llaman a la preocupación, y es que el número de alumnos que deberá repetir curso podría ascender considerablemente.
Según datos del Ministerio de Educación, cada año en torno a 600 niños que deberían acceder a la primaria han de volver a la guardería. Del mismo modo, más de mil repiten primero de primaria. Los problemas de aprendizaje son el principal motivo.
Kristýna Titěrová pertenece a la ONG META, que brinda apoyo a los niños de origen extranjero. Apuntó a la vulnerabilidad de este colectivo, para el que el riesgo de fracaso escolar es mucho mayor.
“Muchos de estos niños ya son lo suficientemente maduros para ir a la escuela, tal vez incluso estén por delante en algunas áreas y puedan leer y escribir. Necesitan desarrollarse en la escuela y el único problema es que no hablan checo. Por eso, la escuela no los aceptará y los retendrá innecesariamente".
Por su parte, Michal Černý, del Ministerio de Educación, admitió la existencia de este problema e incluso afirmó que hay casos en los que niños que sí están capacitados para la primaria son obligados a repetir curso.
"De hecho, tienden a ser maestros específicos quiénes persuaden a los padres para que pospongan la entrada a la escuela de sus hijos porque no quieren enseñarle a ese niño por alguna razón. Y no tiene nada que ver con la inmadurez del niño para la escuela, se trata de otras cosas".
Los expertos afirman que el fracaso a una edad tan temprana puede marcar a un niño. Se enfrentan a la decepción y a la pérdida de motivación y muchos de ellos son tildados de fracasados por el resto de su vida escolar.
Por si no fuera bastante, los efectos de la pandemia amenazan con agravar esta situación. Con las aulas cerradas durante meses, muchos niños han visto frenado su desarrollo y no cuentan con el nivel necesario para pasar al próximo curso.
Alžběta Pospíšilová, de la ONG People in need, insistió en la importancia del desarrollo de los alumnos.
“En definitiva, acorta su educación obligatoria de nueve años, porque una vez que los niños se ven obligados a repetir un año escolar, terminan en octavo en lugar de noveno grado. Y las opciones en el mercado laboral para esos niños son bastante malas".
Mientras tanto, los expertos continúan mostrando su preocupación al respecto. Entre las posibles soluciones señalan el aumento de clases preparatorias o un mayor número de personal, desde más profesores hasta psicólogos escolares.