Condenados dos agentes de la policía secreta comunista 25 años después
Dos agentes de la policía secreta del régimen comunista checoslovaco han sido condenados a penas de libertad condicional 25 años después de que sucedieran los hechos. Los miembros de la StB torturaron al estudiante David Kabzan durante un interrogatorio en el marco de las protestas conocidas como la Semana de Palach.
Ahora, 25 años después, un Tribunal praguense ha condenado al oficial Petr Beran y a su subordinado Kamil Líbal a tres y dos años de libertad condicional respectivamente por abuso de poder. Mientras Beran golpeaba al muchacho, Líbal se limitaba a tomar nota sin intervenir.
John Bok, abogado de Kabzan, describe así los métodos empleados por Beran y Líbal.“Es evidente que el chico tenía marcas en la espalda tras haber sido golpeado con una porra. El oficial golpeaba también un armario metálico para asustarlo, y le dijo que iban a traer un bidón de gasolina para que se prendiera fuego como Palach”.
De acuerdo con la sentencia, el joven Kabzan, que entonces tenía 18 años, fue obligado a firmar una confesión en la que reconocía haber participado en las protestas. Su testimonio debería servir como prueba para el juicio contra el líder disidente Václav Havel, sin embargo el estudiante se detractó, afirmó haber confesado a la fuerza y denunció a los policías.
La defensa de los antiguos agentes de la StB insistió en que los delitos que figuraban en la denuncia habían prescrito y que la pretensión de utilizar la declaración del estudiante para el juicio de Havel no podía ser cierta, ya que los preparativos del proceso contra el disidente comenzaron más tarde y los agentes no tenían conocimiento.En cualquier caso la sentencia aún no es definitiva, ya que ha sido recurrida por uno de los condenados.
En relación con los sucesos en torno a la Semana de Palach solo ha habido de momento dos sentencias firmes. Una condenó a dos años y medio de prisión el entonces secretario general del Partido Comunista en Praga, Miroslav Štěpán. Según el veredicto cometió abuso de poder al ordenar que se utilizaran contra los manifestantes cañones de agua y gases lacrimógenos. La otra supuso libertad condicional para tres antiguos agentes de la StB que en junio de 1989 secuestraron y torturaron al disidente Petr Placák.